Los ‘espíritus’ de una mujer y de un hombre fueron ‘vistos’ por dos agentes que se encontraban en la mañana de ayer en el área del retén del CIC en el Cuartel General, cuando miraban las pantallas de los monitores de las celdas, las que estaban vacías.Uno de los agentes observó a una mujer gruesa vestida de rojo en una de las celdas y un joven con ropa clara en la otra. De inmediato se lo dijo a otro agente para que observara, ya que se suponía no hubiese ningún detenido en las celdas. De súbito, antes de que los agentes fueran al área de las celdas para ver quiénes se encontraban en las mismas, las imágenes se esfumaron de las pantallas.Los agentes y oficiales examinaron el área de las celdas y comprobaron que estaban vacías. No es la primera vez que ocurren apariciones de ‘fantasmas’ en el Cuartel General en Hato Rey, donde en la década de los ‘80 muchos agentes alegaron haber visto deambular el espíritu de Griselle ‘Jessica’ González Ortiz, una joven que vivió por varios meses en las oficinas del CIC mientras era testigo de un caso de asesinato contra José Luis ‘Tito Camaro’ Lebrón González.El 29 de mayo de 1980 ‘Jessica’ fue sacada del Cuartel General por los agentes Emeterio Ortiz y Ernesto Gil Arzola, quienes la asesinaron a balazos en un cañaveral en el sector Cerro Gordo, del barrio Sabana en Vega Alta.Posteriormente por esa muerte los agentes fueron acusados y convictos, así como ‘Tito Camaro’ y su abogado Raymond Cátala Fonfrías, quien sirvió de ‘puente’ para pagar entre $15 mil a $20 mil a los gatilleros para que liquidaran la única testigo contra su defendido en un caso de asesinato.‘Jessica’ era una joven menuda, con apariencia distinta a la mujer que fue ‘vista’ ayer. Algunos en el CIC comentaban que podía tratarse de la aparición de una mujer que murió hace algunas semanas y que había sido fichada ya moribunda por un caso de fraude.En las celdas del CIC han ocurrido otras muertes como la de un delincuente apodado ‘Papo Bolsa’, quien fue asesinado a golpes por el teniente Julio César ‘El Negro’ Andrades a principios de la década de los ‘80, cuando lo confundieron con un individuo que había violado a la esposa de un sargento del hoy desaparecido cuerpo de detectives.
Por Miguel Rivera Puig, el Vocero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario