lunes, 20 de octubre de 2008

Segun estudio, República Dominicana está en niveles “serios” de hambre



SANTO DOMINGO.- Las dificultades para el acceso a una buena alimentación y el impacto de la baja nutrición en los niños menores de cinco años colocan al país en niveles "serios” de hambruna, según el informe “Retos del Hambre 2008”.

Por medio de un monitoreo y evaluación de los aspectos que influyen en el aumento de la inseguridad alimentaría en 120 países, República Dominicana registró un índice global de hambre de 12 puntos, el cual está dentro del margen de de los niveles “serios de hambre”.

Pese a que el país disminuyó dos puntos en comparación con los datos registrados en 1990, los avances en materia de acceso de la ciudadanía a las fuentes energéticas necesarias para su desarrollo mental y físico han sido lentos.

El Índice el Hambre 2008, incluido en el “Reporte del Hambre 2008”, fue elaborado por las organizaciones del Instituto de Investigación para la Política Internacionales de Alimentación (IFPRI, por su sigla en inglés), y por la organización Ayuda Contra el Hambre Mundial, de Alemania, así como otros grupos sin fines de lucro.

El “Reporte del Hambre 2008” fue presentado el pasado 14 de octubre de forma simultánea en Washington y Berlín.

Justo al mismo tiempo, la Secretaria de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS) informó, sin embargo, que la desnutrición en los menores de cinco años es de 4.3 por ciento, lo que coloca al país entre las naciones que podrían alcanzaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio sobre este tema, la meta se basa en reducir a 5.2 por ciento la desnutrición para el 2015.

El documento del IFPRI revela, además, que América Latina redujo en 40 por ciento la cantidad de niños menores de cinco años que se encuentra por debajo de los estándares de peso establecidos por la Organización Mundial de la Salud.

Además de República Dominicana, entre las naciones con problemas “serio” de hambre se encuentran algunos de los países más pobres del continente, como Bolivia y Nicaragua.

Los más hambrientos:

Haití es el único país de América que figura entre los 33 países con problemas "muy graves" o "extremos" de hambre en la población, según el informe.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, siglas en inglés) asegura que cerca de 923 millones de personas viven en inseguridad alimentaría en todo el mundo, de los cuales 907 millones residen en naciones en vía de desarrollo.

Conforme a la investigación, la gran parte de los 33 países que tienen niveles "alarmantes o extremadamente alarmantes" de inseguridad alimentaría pertenecen a las regiones del sur de Asia y sub África.

"El sur de Asia ha tenido un rápido progreso en la lucha contra el hambre, mientras que sub África sólo ha obtenido un progreso marginal, desde el 1990", sostiene el reporte.

En África, el aumento en los precios de los alimentos tiene un fuerte impacto en Nigeria y en la República Democrática del Congo, lo que ocasionó que el índice de inseguridad alimentaría se incrementara a más del 67 por ciento en relación a los niveles contabilizados en 1990.

En el período comprendido entre 1990 y 2008, Angola, Etiopia, Haití, Mozambique, Perú y Vietnam disminuyeron 10 puntos en sus índices de hambre global, mientras que 11 países (todos en África, excepto Korea del Norte) aumentaron sus índices de hambruna.

La poca eficiencia de los gobiernos, los conflictos políticos, el aumento en los costos de los alimentos agrícolas y la influencia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) en la región agravan la inseguridad alimentaría de estos países.

Alrededor de 800 millones de personas vivían en inseguridad alimenticia antes de que los precios de los productos agrícolas aumentaran, por lo que la especulación en los mercados internacionales de alimentos ha provocado que las personas cambien sus hábitos y reduzcan la calidad de la comida que ingieren, advierte el documento.

Entre 1974 y 2005, los precios de la comida declinaron 75 por ciento, según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero a partir de 2005, los precios de los alimentos aumentaron más de un 50 por ciento, con excepción del costo del arroz que se cuadruplicó.

Los aspectos que se evalúan para determinar el estado de desnutrición de los países son la insuficiencia de la dieta energética de los ciudadanos, la presencia de niños menores de cinco años por debajo del peso normal, la mortalidad infantil, los cambios climáticos en la zona y el acceso de la ciudadanía a una buena alimentación.

Viven con menos de un dólar:

El informe “Retos del Hambre 2008” argumenta que alrededor de 969 millones de persona viven con menos de un dólar al día, mientras que el 17 por ciento de ellos viven con menos de 0.50 centavos de dólar al día.

De los 969 millones de personas que viven con menos de un dólar, el 41 por ciento son de países sudafricanos y el 31 por ciento de naciones del sur de Asia.

El estudio concluyó que la pobreza, el acceso a los servicios básicos y la mala nutrición tienen un vínculo estrecho entre sí, ya que las personas con poca productividad no siempre tienen la posibilidad de alimentarse de la manera correcta.

Crisis alimentaría:

La International Food Policy Research Institute explica que la crisis alimentaría, originada por la especulación de los mercados, el aumento de la demanda y el poco incentivo a la producción del campo, se refleja en el aumento de los niveles mundiales de desnutrición.

“La crisis del hambre es más grave que la actual crisis financiera, y a diferencia de los bancos, los hambrientos no son responsables de sus miserias”, dijo la titular de la organización alemana Ayuda contra el Hambre Mundial, Ingeborg Schaeuble.

Esta organización sugiere que se expandan las ayudas comunitarias para los países con altos índices de inseguridad alimentaría; la eliminación de las restricciones en la exportación e importación de alimentos; el subsidio a la producción agrícola en zonas rurales; el control de la especulación en los mercados internacionales; la inversión en maquinarias de generación de productos agrícolas, entre otros.

"La mala alimentación de los niños puede tener consecuencias a largo plazo en la productividad y la salud de las personas, por eso se requieren de acciones de emergencias", expresa. Afirma, también, que el aumento en los costos de los alimentos representa una oportunidad para incentivar la producción local y el desarrollo de los mercados.

El informe "Retos del Hambre 2008" refleja información hasta el 2006, debido a que son los datos más recientes a nivel mundial de la condición de hambruna, por lo que no toma en cuenta los últimos cambios en el sistema alimenticio global.

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