WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial alertaron el lunes a las naciones en desarrollo a prepararse a vivir en los próximos meses con una reducción en el comercio, las remesas e inversiones, adoptando medidas que alienten la demanda interna a través del consumo e inversiones.
Como consecuencia de los efectos de la crisis financiera que se están esparciendo desde las naciones ricas, “los mercados financieros necesitan de acción, pero eso no es todo”, dijo el director gerente del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn. “También necesitamos emplear todos los instrumentos de política macroeconómica moderna para limitar el daño a la economía real”, agregó.
Dirigiéndose a los ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales que asisten a la asamblea de gobernadores del FMI y Banco Mundial, indicó que la tarea que queda por delante “es grande, pero no será alcanzada si todos ustedes no adoptan las medidas que todavía se necesitan para restaurar la confianza y estabilidad”.
Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial, dijo que “el choque financiero en Estados Unidos y Europa tendrá repercusiones en la economía global”, por lo que era de esperarse una “realidad sombría en la cual los países en desarrollo deben anticipar y prepararse para una caída en el comercio, remesas e inversiones”.
Dijo que hay países con buena posición fiscal, pero admitió que otros en posición desventajosa “enfrentan riesgos de déficit en sus cuentas corrientes, problemas de balanza de pagos y peligros financieros” de diversa índole.
Krauss-Kahn dijo que las economías en desarrollo “tienen diferentes grados de libertad para actuar” ante la crisis: algunos podrán apelar a sus reservas para financiar la escasez temporal de capitales y otros requerirán incrementar sus tasas de interés para evitar la fuga de capitales y reforzar la confianza en sus monedas nacionales.
En estas circunstancias, tanto Zoellick como Strauss-Kahn ofrecieron ayuda institucional para que los países afectado puedan paliar los efectos también de una predecible baja en la demanda de sus exportaciones y menor acceso al crédito para el comercio.
Strauss-Kahn dijo que muchas naciones pobres habían sido ya severamente afectadas por otra crisis que casi sido olvidada: la de alimentos y energía, que ha puesto presiones para muchos insostenible en los presupuestos y balanza de pagos y aumentado la inflación y costo de vida.
Mientras que el gobierno del presidente George W. Bush convocó ayer a ejecutivos de las principales firmas financieras para discutir detalles del plan de rescate por 700,000 millones de dólares destinado a descongelar los préstamos bancarios, una de las principales causas de la desaceleración económica. El plan, cuyo propósito es implementar el paquete de rescate del Congreso aprobado el 3 de octubre, incluiría la adquisición parcial de bancos por parte del gobierno federal y la compra de deudas consideradas incobrables a empresas financieras. Bush dijo que el plan ayudará a los bancos a ganar acceso al capital y descongelará los mercados crediticios.“Tenemos confianza en que podremos lidiar con estos desafíos”, dijo Bush, luego de reunirse con el primer ministro de Italia Silvio Berlusconi.
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