MÉXICO.- La inseguridad en Latinoamérica destrozará más hogares que cualquier crisis económica que la región pueda padecer, afirmó hoy el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, durante la presentación en México de un informe del organismo.
"Es una epidemia, una plaga, en nuestro continente que mata más gente que el sida o que cualquier epidemia conocida, destroza más hogares que cualquier crisis económica que podamos sufrir y es una amenaza para las instituciones del Estado tan nociva como cualquier situación de subversión que hayamos experimentado", consideró.
En la I Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas, que se celebra hoy y mañana en la capital mexicana bajo el auspicio de la OEA, Insulza advirtió que todas las naciones de la zona "sin excepción" sufren o comienzan a padecer las consecuencias de la inseguridad.
Ese problema es una de las "principales amenazas para la estabilidad, el fortalecimiento democrático y las posibilidades de desarrollo de nuestra región", dijo ante representantes de 34 países de América.
En este sentido, recordó que la "subrregión andina es responsable del 90% de la producción mundial de hoja de coca y de cocaína".
En esa parte de Latinoamérica se producen un total de 900 toneladas de cocaína con un valor de 60.000 millones de dólares, según cifras de la ONU citadas por Insulza
"En términos generales, el tráfico de drogas de drogas procesadas genera ingresos por 320.000 millones de dólares al año. La gran mayor parte de los países presentes en esta reunión no tienen un PIB (Producto Interior Bruto)" de ese tamaño, aseveró.
Además, en América Latina aún subsisten "serias dificultades" en materia técnica e institucional para enfrentar el problema de la delincuencia organizada, agregó.
Por ejemplo, criticó que en muchos países los ministerios encargados de la seguridad pública tengan otras responsabilidades, lo que "hace difícil concentrar la atención y consolidar un liderazgo efectivo".
El titular de la OEA lamentó que varias naciones de América carezcan de órganos nacionales de seguridad pública, no realicen un seguimiento a sus metas y otros ni siquiera diseñen planes o políticas sobre el tema.
También consideró necesario disponer de información más confiable que permita hacer seguimientos y diagnósticos sistemáticos de la realidad delictiva.
Para Insulza, una reforma clave será la de las instituciones policiacas, que presentan precariedad de salarios y de beneficios, como salud, educación y vivienda, sumado a "mínimos requerimientos" para el ingreso a las entidades, quienes a menudo no exigen ni siquiera estudios secundarios.
Asimismo, en América Latina hay en promedio un policía por cada 650 ó 700 habitantes, mientras que en Europa esa cifra es de uno por cada 400.
Afirmó que la región cuenta con mecanismos para hacer frente a esta situación como la Convención Interamericana contra la Fabricación Ilícita y Tráfico de Armas de Fuego, Municiones y Explosivos, aunque no son suficientes.
"No tenemos mecanismos de discusión de políticas globales de seguridad pública", lamentó el ex ministro de Exteriores y de Interior chileno.
Por esa razón, sugirió crear "un espacio permanente y acuerdos hemisféricos para identificar raíces profundas del fenómeno global y alcanzar consensos".
Insulza insistió que reuniones de ministros de Seguridad deben celebrarse de forma "permanente y regular".
La sensación de inseguridad crece por la región, al punto que el último estudio al respecto del Latinobarómetro reveló que el 63% de los latinoamericanos en 2007 manifestaron que su país es "muy inseguro" y el 76% dijo temer "constantemente" ser víctima de un delito.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la inseguridad le cuesta a América Latina el 15 por ciento de su PIB.
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