NUEVA YORK. Wall Street concluyó ayer la peor semana en su historia, con una sesión en la que el Promedio Industrial Dow Jones llegó a variar un margen de 1.000 puntos, antes de cerrar con su mejor desempeño en los últimos días: una caída de más de 100 unidades. Los inversionistas siguieron abatidos por la parálisis de los mercados de crédito, pero siete días de pérdidas hicieron que muchas acciones resultaran apetecibles para los cazadores de ofertas.
Pese a todo eso, el Dow cayó 128 puntos, una baja que en otra época habría sido marcada, pero que fue apenas una variación marginal, tras la pérdida de 2.271 unidades por parte del referente durante los ocho días anteriores.
El Dow Jones tuvo su peor semana, tanto en términos de puntos como en porcentaje, lo mismo que el Standard & Poor's 500, el indicador más observado por los profesionales del mercado.
En tanto, los países más ricos del mundo anunciaron un plan de acción para estabilizar los mercados y restaurar el flujo del crédito a fin de evitar una recesión global, mientras el gobierno de EE.UU. se aprestaba a estatizar bancos, por primera vez desde la Gran Depresión de 1929.
Pese a todo eso, el Dow cayó 128 puntos, una baja que en otra época habría sido marcada, pero que fue apenas una variación marginal, tras la pérdida de 2.271 unidades por parte del referente durante los ocho días anteriores.
El Dow Jones tuvo su peor semana, tanto en términos de puntos como en porcentaje, lo mismo que el Standard & Poor's 500, el indicador más observado por los profesionales del mercado.
En tanto, los países más ricos del mundo anunciaron un plan de acción para estabilizar los mercados y restaurar el flujo del crédito a fin de evitar una recesión global, mientras el gobierno de EE.UU. se aprestaba a estatizar bancos, por primera vez desde la Gran Depresión de 1929.
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