
Los organismos de inteligencia del país están tras la búsqueda de varios personajes colombianos y venezolanos que, según informes, forman parte de células de narcotráfico que operan en el territorio de República Dominicana.
De acuerdo a las informaciones, el grupo de extranjeros ha logrado armar toda una estructura de poder y contactos en República Dominicana para ejecutar sus acciones del negocio del de narcotráfico utilizando la isla para el bombardeo de drogas en la parte sur y este del país, lo que se evidencia con el incremento en los últimos meses.
Según informes de inteligencia, unos 6 mil colombianos viven en Haití, la mayoría de ellos no trabaja y se cree que su presencia en esa nación tiene propósitos ilícitos ligados al mundo de las drogas.
Sin embargo, las estadísticas de los venezolanos que residen en ese país no han sido cuantificadas por los organismos de inteligencia y seguridad estatal.
Una muestra de la red son los frecuentes apresamientos de colombianos y venezolanos que sirven de “mulas” para traficar con drogas, y que participan activamente en el tráfico y consumo de estupefacientes.
Los organismos del Estado creen que para ejecutar sus operaciones en el país los extranjeros tienen complicidad civil, militar y policial, cuya estructura le permite tener éxito en operaciones del narco.
El caso de la ejecución de los siete colombianos en Paya, Baní, forma parte del accionar de esos extranjeros.
Al igual que el de la avioneta que se estrelló en las montañas de Pedernales, y cuatro colombianos fallecieron.
Por Roberto Gil. Ecos de Bani
De acuerdo a las informaciones, el grupo de extranjeros ha logrado armar toda una estructura de poder y contactos en República Dominicana para ejecutar sus acciones del negocio del de narcotráfico utilizando la isla para el bombardeo de drogas en la parte sur y este del país, lo que se evidencia con el incremento en los últimos meses.
Según informes de inteligencia, unos 6 mil colombianos viven en Haití, la mayoría de ellos no trabaja y se cree que su presencia en esa nación tiene propósitos ilícitos ligados al mundo de las drogas.
Sin embargo, las estadísticas de los venezolanos que residen en ese país no han sido cuantificadas por los organismos de inteligencia y seguridad estatal.
Una muestra de la red son los frecuentes apresamientos de colombianos y venezolanos que sirven de “mulas” para traficar con drogas, y que participan activamente en el tráfico y consumo de estupefacientes.
Los organismos del Estado creen que para ejecutar sus operaciones en el país los extranjeros tienen complicidad civil, militar y policial, cuya estructura le permite tener éxito en operaciones del narco.
El caso de la ejecución de los siete colombianos en Paya, Baní, forma parte del accionar de esos extranjeros.
Al igual que el de la avioneta que se estrelló en las montañas de Pedernales, y cuatro colombianos fallecieron.
Por Roberto Gil. Ecos de Bani
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