SANTO DOMINGO.-El país ha sido sacudido por "huracanes" de carácter político, económico y social, así como por escándalos ligados al crimen organizado que pusieron al desnudo la vulnerabilidad de los cuerpos castrenses y el sistema de justicia del país, en este año 2008 que se acerca a su final.
La crisis económica, que según admitió el presidente Leonel Fernández, comenzó a sentirse el pasado mes de julio, como consecuencia de la crisis financiera global, el alza en los precios de los alimentos y del barril del petróleo, “mermó” las ejecutorias del gobierno, lo que se reflejó, además, en la disminución del poder adquisitivo de la población.
Para algunos sectores, la crisis económica nacional también se acentuó con los gastos millonarios en que incurrieron las autoridades durante el período electoral.
Pese al sacrificio político que ha presentado para el gobierno la adopción de medidas restrictivas, y para la población que se vio compelida a modificar algunos hábitos, algunos sectores generadores de riquezas y prestadores de servicios “pescaron en río revuelto”, utilizando el método del chantaje para lograr desde el Estado algunos beneficios a través de los subsidios, como el caso de los transportistas, los productores agropecuarios de algunos rubros básicos, los fabricantes del pan, entre otros.
Hablando de chantaje, aunque esta vez no al gobierno y que al parecer es el mejor método a utilizar por quienes buscan un objetivo, hasta los “cristianos evangélicos”, que andan detrás de la igualdad religiosa en la República Dominicana, esto por el concordato entre el Estado y la jerarquía católica, advirtieron a los legisladores que ellos también votan y que contribuyeron a que los diputados y senadores actuales llegaran al Congreso Nacional, por lo que deben tomar en cuenta su propuesta que sobre el particular estudian los congresistas.
El final de este 2008 presenta un panorama de múltiples dificultades que agobian a la población, aunque la economía del país viene presentando dificultades desde mediados de año, que para las autoridades, en principio, se debió al alza “record” que alcanzó el precio del barril del petróleo y, en consecuencia los precios de sus derivados en el mercado local y, aunque esta situación se ha revertido, sus resultados favorables para la población han sido “tímidos”.
En su más reciente discurso, el presidente Leonel Fernández señaló que el año 2008, desde el punto de vista económico, ha sido un año inusual.
“Nunca antes, que tengamos memoria, se había presentado, en tan breve periodo, una situación tan diametralmente opuesta, de alta inflación a recesión generalizada, todo lo cual indica los vaivenes por los cuales hemos tenido que atravesar durante el transcurso de este año y la incertidumbre y volatilidad a que aún nos veremos sometidos en el porvenir inmediato”, puntualizó.
En relación a los efectos provocados por los fenómenos atmosféricos, “Hanna”, “Noel” y “Olga”, especialmente en el sector agropecuario, los daños fueron devastadores en pérdidas de vidas, y los daños a la agropecuaria y la infraestructura.
Pese a todo esto, en términos económicos las opiniones de expertos, incluyendo de organismos crediticios multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), los pronósticos para la República Dominicana son alentadores, aunque con la advertencia de que las autoridades deben tomar medidas fiscales, basadas en la reducción del gasto, para encarar la situación a la que se ha agregado los efectos de la crisis financiera originada en los Estados Unidos.
Aunque los principales representantes del equipo económico del gobierno y el propio Presidente de la República hablan de que la economía nacional está “blindada”, el director gerente del FMI, Dominique Strauss Kahn, advirtió que el país, al igual que cualquier otro del mundo, no tiene la posibilidad de escaparse de los efectos de la crisis financiera internacional, la cual definió de “sumamente profunda”.
Este año también se ha visto incrementada la violencia, los hechos delictivos, la criminalidad y el narcotráfico, por lo que las autoridades han tenido que endurecer las acciones para combatir los hechos.
El caso más sonado, no sólo de este año sino de los últimos tiempos, y que según se ha denunciado faltan elementos para dar por terminadas las investigaciones, fue el relacionado con la matanza de siete colombianos en la comunidad de Ojo de Agua, en Paya, Baní.
Este acontecimiento evidenció que en el negocio de las drogas, con un mayor auge en los últimos años, participan extranjeros y militares. El hecho de sangre se originó a raíz de un “tumbe” de una gran cantidad de droga y dinero.
Por el “caso Paya” se encuentran apresados agentes de la Marina de Guerra y de la Policía Nacional. Siete fueron los colombianos asesinados y siete los miembros de la Marina hasta ahora identificados, de tener responsabilidad en el múltiple asesinato.
Esta situación provocó la crítica del embajador de Estados Unidos en el país, Robert Fannin, quien deploró el involucramiento de funcionarios en el tráfico de drogas y violencia. También, reconoció el trabajo “diligente” de la Policía Nacional y el Ministerio Público en el apresamiento y sometimiento a la justicia de las personas involucradas.
Al referirse a la situación, el presidente Fernández recomendó a la Marina de Guerra fortalecer las labores de vigilancia permanente de las aguas territoriales dominicanas para evitar el bombardeo de drogas, sancionando de manera drástica y ejemplar a toda persona, civil o militar, sin importar rango o condición, que tenga algún tipo de participación, directa o indirectamente con estos crímenes, a quienes les será aplicado todo el peso y rigor de la ley.
Entiende que es una necesidad enfrentar con firmeza las actividades delictivas que han conducido al país a un estado de ansiedad, de angustia, de miedo y de zozobra, y para lo cual anunció algunas medidas.
“Lo he dicho en otra ocasión y ahora lo repito con mayor intensidad para todo el que tenga responsabilidad en este campo escuche con claridad cuáles son nuestras instrucciones. En lo referente a las acciones delictivas y al narcotráfico, la consigna es: cero tolerancia”, ratificó el gobernante.
La crisis económica, que según admitió el presidente Leonel Fernández, comenzó a sentirse el pasado mes de julio, como consecuencia de la crisis financiera global, el alza en los precios de los alimentos y del barril del petróleo, “mermó” las ejecutorias del gobierno, lo que se reflejó, además, en la disminución del poder adquisitivo de la población.
Para algunos sectores, la crisis económica nacional también se acentuó con los gastos millonarios en que incurrieron las autoridades durante el período electoral.
Pese al sacrificio político que ha presentado para el gobierno la adopción de medidas restrictivas, y para la población que se vio compelida a modificar algunos hábitos, algunos sectores generadores de riquezas y prestadores de servicios “pescaron en río revuelto”, utilizando el método del chantaje para lograr desde el Estado algunos beneficios a través de los subsidios, como el caso de los transportistas, los productores agropecuarios de algunos rubros básicos, los fabricantes del pan, entre otros.
Hablando de chantaje, aunque esta vez no al gobierno y que al parecer es el mejor método a utilizar por quienes buscan un objetivo, hasta los “cristianos evangélicos”, que andan detrás de la igualdad religiosa en la República Dominicana, esto por el concordato entre el Estado y la jerarquía católica, advirtieron a los legisladores que ellos también votan y que contribuyeron a que los diputados y senadores actuales llegaran al Congreso Nacional, por lo que deben tomar en cuenta su propuesta que sobre el particular estudian los congresistas.
El final de este 2008 presenta un panorama de múltiples dificultades que agobian a la población, aunque la economía del país viene presentando dificultades desde mediados de año, que para las autoridades, en principio, se debió al alza “record” que alcanzó el precio del barril del petróleo y, en consecuencia los precios de sus derivados en el mercado local y, aunque esta situación se ha revertido, sus resultados favorables para la población han sido “tímidos”.
En su más reciente discurso, el presidente Leonel Fernández señaló que el año 2008, desde el punto de vista económico, ha sido un año inusual.
“Nunca antes, que tengamos memoria, se había presentado, en tan breve periodo, una situación tan diametralmente opuesta, de alta inflación a recesión generalizada, todo lo cual indica los vaivenes por los cuales hemos tenido que atravesar durante el transcurso de este año y la incertidumbre y volatilidad a que aún nos veremos sometidos en el porvenir inmediato”, puntualizó.
En relación a los efectos provocados por los fenómenos atmosféricos, “Hanna”, “Noel” y “Olga”, especialmente en el sector agropecuario, los daños fueron devastadores en pérdidas de vidas, y los daños a la agropecuaria y la infraestructura.
Pese a todo esto, en términos económicos las opiniones de expertos, incluyendo de organismos crediticios multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), los pronósticos para la República Dominicana son alentadores, aunque con la advertencia de que las autoridades deben tomar medidas fiscales, basadas en la reducción del gasto, para encarar la situación a la que se ha agregado los efectos de la crisis financiera originada en los Estados Unidos.
Aunque los principales representantes del equipo económico del gobierno y el propio Presidente de la República hablan de que la economía nacional está “blindada”, el director gerente del FMI, Dominique Strauss Kahn, advirtió que el país, al igual que cualquier otro del mundo, no tiene la posibilidad de escaparse de los efectos de la crisis financiera internacional, la cual definió de “sumamente profunda”.
Este año también se ha visto incrementada la violencia, los hechos delictivos, la criminalidad y el narcotráfico, por lo que las autoridades han tenido que endurecer las acciones para combatir los hechos.
El caso más sonado, no sólo de este año sino de los últimos tiempos, y que según se ha denunciado faltan elementos para dar por terminadas las investigaciones, fue el relacionado con la matanza de siete colombianos en la comunidad de Ojo de Agua, en Paya, Baní.
Este acontecimiento evidenció que en el negocio de las drogas, con un mayor auge en los últimos años, participan extranjeros y militares. El hecho de sangre se originó a raíz de un “tumbe” de una gran cantidad de droga y dinero.
Por el “caso Paya” se encuentran apresados agentes de la Marina de Guerra y de la Policía Nacional. Siete fueron los colombianos asesinados y siete los miembros de la Marina hasta ahora identificados, de tener responsabilidad en el múltiple asesinato.
Esta situación provocó la crítica del embajador de Estados Unidos en el país, Robert Fannin, quien deploró el involucramiento de funcionarios en el tráfico de drogas y violencia. También, reconoció el trabajo “diligente” de la Policía Nacional y el Ministerio Público en el apresamiento y sometimiento a la justicia de las personas involucradas.
Al referirse a la situación, el presidente Fernández recomendó a la Marina de Guerra fortalecer las labores de vigilancia permanente de las aguas territoriales dominicanas para evitar el bombardeo de drogas, sancionando de manera drástica y ejemplar a toda persona, civil o militar, sin importar rango o condición, que tenga algún tipo de participación, directa o indirectamente con estos crímenes, a quienes les será aplicado todo el peso y rigor de la ley.
Entiende que es una necesidad enfrentar con firmeza las actividades delictivas que han conducido al país a un estado de ansiedad, de angustia, de miedo y de zozobra, y para lo cual anunció algunas medidas.
“Lo he dicho en otra ocasión y ahora lo repito con mayor intensidad para todo el que tenga responsabilidad en este campo escuche con claridad cuáles son nuestras instrucciones. En lo referente a las acciones delictivas y al narcotráfico, la consigna es: cero tolerancia”, ratificó el gobernante.
Por Francia Valdez. El Nuevo Diario.
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