miércoles, 5 de noviembre de 2008

Una luz de esperanza para el mundo, Barack Obama



CHICAGO, Estados Unidos, AFP.- El "sí, se puede" de la campaña se convirtió en "sí, lo logramos", pero algunos de los miles de seguidores de Barack Obama reunidos en Chicago aun no lo podían creer el martes por la noche, incluso luego del primer discurso del presidente electo.
Un gran clamor se originó en el Grant Park de la gran ciudad de Illinois (norte), feudo de Obama, cuando las cadenas de televisión anunciaron su victoria. Sus admiradores radiantes, se abrazaron entre ellos llorando de alegría.
Unas 240.000 personas, según el equipo de campaña de Obama, se congregaron en este inmenso jardín público -arrinconado entre el lago Michigan y una serie de rascacielos, algunos de ellos iluminados con los colores de la bandera estadounidense- para asistir al primer discurso presidencial de Obama.
Las autoridades se prepararon para una multitud de un millón de personas y rodearon los lugares con un dispositivo de seguridad masivo, mientras helicópteros sobrevolaban la zona.
Varios espectadores agitaban banderas y carteles con el slogan "Yes we can" (sí, se puede), que se hizo popular durante la campaña de 22 meses del senador. Pero otros llevaron un nuevo eslogan impreso en su vestimenta: "Yes, we did" (sí, lo logramos).
Sin embargo, algunos seguidores de Obama, cuando se retiraron del Grant Park un poco antes de medianoche, parecían no creer lo que estaba sucediendo. "Lo creeré mañana por la mañana cuando lo escuche nuevamente, cuando sea oficial", dijo Aleksandra Hulisz, una estadounidense de origen polaco de 28 años. Hulisz había apoyado a Hillary Clinton durante la campaña de las primarias, antes de unirse a Obama durante la convención demócrata de Denver (Colorado, oeste) a fines de agosto.
Pero Hulisz se declaró "increíblemente feliz". "Lloré, me emocioné mucho" por el discurso de llamado a la unidad del nuevo presidente electo, desde un podio del Grant Park protegido por vidrios blindados.
"Es increíble", expresó por su parte Florine Newell, una habitante negra de Chicago, también emocionada hasta las lágrimas por el discurso de Obama, quien pidió a sus compatriotas que lo ayuden en su labor de presidente.
"Tengo 58 años, y nunca habría pensado que viviría algo parecido en mi vida. Mi madre no está más en este mundo y estoy aquí también por ella", dijo Newell, mientras la multitud se retiraba del parque en densas filas.
Para Rami Fakhouri, hijo de inmigrantes libaneses nacido en Estados Unidos hace 24 años, "mucha gente está impresionada" y no puede creer la victoria de Barack Obama.
"Pero creo que muchos de ellos tenían la esperanza de que esto iba a suceder. Yo era uno de ellos. La generación joven estaba aun más convencida de que esto era posible", dijo.
"Estados Unidos viene desde muy, muy lejos", explica por su parte William Reeves, un funcionario de 57 años, en referencia al pasado de esclavitud y segregación de este país. Reeves espera que el llamado a la unidad de Obama "no quede en la nada".
"Siempre fue difícil para un hermano (negro), y lo será siempre, aunque ahora un poco más fácil", dice Willie Miller, un negro de 49 años, empleado de un supermercado, sorprendido por la multitud en Grant Park, compuesta por negros, blancos, hispanos y asiáticos.
"¡Observen esta unidad!", expresó, mientras que los altavoces entonaron una canción del dúo country Brooks y Dunn, "Only in America" (sólo en Estados Unidos".
Por Tangi Quemener y Mira Oberman

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