jueves, 27 de noviembre de 2008

Crónica de galeria


Era aproximadamente las nueve y cuarenta y cinco de la mañana, del pasado martes día 28 de octubre, el sol picaba más que las anteriores mañanas, las lluvias escaseaban para este día, pronosticaba la oficina de Meteorología, cuando todos se preparaban para acompañar al jefe de la Policía Nacional dominicana, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín al desvelizamiento de la “galería de jefes” policiales.
El "lobby" estaba repleto de jefes pasados, oficiales generales, superiores, subalternos, alistados e invitados.
El jefe de la Policía se hacia acompañar luego de colocar una ofrenda floral en el "jardin de los policias caidos" en la parte frontal del cuartel general, del mayor general José Sigfrido Fernández Fadul en su condición de subjefe y de jefes policiales pasado, y se apoderó del escenario en su doble condición de anfitrión y jefe, desde el preciso momento que hizo su entrada por la escalinata frontal. La palabra “jefe” es una figura de la morfología muy emblemática, que hechiza a cualquier de los mortales en cualquier país del mundo, cuando solemos visualizarlo o escucharle, porque todas las atribuciones de mandatos que posee son en cierto modo interesantes, atrayentes y, porque no, admirado.
En atenciones todas, los soldados de la Patria, los policías de la comunidad y los amigos, no en pose militarista o policial, presta a escuchar las palabras del anfitrión mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, quien estuvo siempre desde el principio, resaltando los valores humano y aportes a la Policía, por los distintos jefes policiales desde sus inicios. Con elegancia y altura de todo un caballero oficial general, más aún, por su condición de jefe de la Policía, se refirió que cada uno de ello – sus antecesores - ha servido de ejemplo y estimulo a los que les han relevados para la consolidación de la institución del orden.
Mientras el mayor general Guzmán Fermín se dirigía a los presentes, nos trasladábamos lejos, no sabemos que tan lejos, con miradas fijas en las fotografías. Todas las observáramos simultáneamente más los indisolubles rostros nos miraban fijamente, como si trataran de recordarnos algún detalle de sus mandos.
¡Aplausos! Y ¡Aplausos! Despertamos y Volvimos a la actividad impulsados por los loas de todos los presentes, y si nos preguntan por las ultimas palabras pronunciadas por el mayor general Guzmán Fermín, reprobamos, porque cada palabras que pronunciaba desde sus inicios nos adentraba en la imaginación de cada etapa de los pasados jefes de la institución del orden y estábamos “hechizado”, hipnotizado, inmutado y siempre con la mirada fija en las fotografías de los caballeros jefes policiales.
El jefe de la Policía se despide del evento saludando a todos el que le cruza por su lado, en dirección a la Catedral Primada de América para escuchar junto al Claustro Mayor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD la “homilía”, primero, para conmemorar 470 año de la fundación de esa alta casa de estudio y, segundo, por el día de “San Judas Tadeo”, patrón de la Policía Nacional.
Algunos invitados se mantenían opinando en el lobby del Cuartel General y disfrutábamos de cada comentario en que nos hacíamos eco, inclusive el que se hizo sobre algunos recortes de cabellos de los jefes….........”eso estaba de moda, dijo otro curioso”…......Nos movíamos de un lugar a otro buscando algún detalle de imperfección en la galería. Pero, para nada escuchamos oír algún desacuerdo, disconformidad, contradicción, todos estaban entusiasmados con aire de familiaridad por lo que estaban observando.
Se Distingue a poca distancia a dos de los que adornan la “galería” y nos fuimos acercando poco a poco, como el leopardo cuando va detrás de su presa e Intentamos extenderle las manos a uno de los jefe que se observaba a si mismo pero que va, cuando lo intentábamos alguien, no se quien, se cruzó en el camino, obstaculizando el apretón de manos entre dos generaciones diferente y para penetrar a su espacio atinamos en expresarle…. ……mi general, usted mantiene su rostro intacto …… sonrió, logramos romper el hielo y nos aprovechamos de tan sublime y sincera sonrisa de un ciudadano que cuando ejerció el mando nos encontrábamos en nuestro pueblo “Las Mata de Farfán” y lo veíamos en la televisión de tubo de una vecina que le llamaban “Doña Erubina” quien era la rica del barrio, siempre pendiente a la bellaqueria de los muchachos del barrio, la gran productora de helados de leche, guanabana, guayaba y demás frutas tropical........... lo de rica es obviamente, por tener el primer televisor blanco y negro y, era la ex mujer de un sobrino de nuestro abuelo............. y, por la ignorancia propia de “muchacho de pueblo” especulamos que seria “eterno” en la generación de opinión publica, luego de concluir su rol de jefe de la Policía.
Las circunstancias de la vida nos coloca frente a frente al afable mayor general Brea Garó, Robinsón, sumándose al coloquio el sonriente y conversador José Ramón Mota Paulino, mayor general, en Servicio Pasivo, Policía Nacional. Alguien vocifero, “eso era en otra era, en otro tiempo”. Nos quedamos perturbados, por descifrar que describía el desconocido con su planteamiento, ni mucho menos le preguntamos, porque él buscaba desviarnos de nuestra primicia, Robinsón Brea Garo…........él sonreía, Mota Paulino lo secundaba y expresó, ése........ se refería a Brea Garo............ fue subjefe tres veces y, él lo afirmaba gestionando con el movimiento del cuello.
Caramba, todo lo que estábamos buscando en cada rostros de los jefes policial era precisamente las fisonomías de quienes desempeñaron la función como subjefes, creado mediante decreto numero 821 del 6 de mayo 1955, y tenía al lado, en carne y hueso, a uno de ellos que ocupó la subjefatura en los años 1969, 1971 y 1975, en el primer año como subjefe ejecutivo y, los dos últimos como Subjefe administrativo, el mayor general en Servicio Pasivo Robinsón Brea Garo.

"Nadie merece ser olvidado, nadie debería morir nunca del todo y para siempre". Es por ello, que la jefatura del mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, en su condición, también de ex subjefe, desveliza la “Galería de subJefes” en un justo reconocimiento a los coroneles y tenientes coroneles que ocuparon esa función como Julio Amado Calderón Fernández 1955, Rafael Taveras Blandino 1956, Ambusto Maria Ferrando Gómez 1957, Vicente Lora y Lora 1958, Rafael Aníbal Salazar Santana 1962, Rubén Darío González Núñez 1962, Manuel Antonio de los Santos Almarante 1963, Herman Despradel Brache 1963, Rosendo Álvarez Hijo 1965, Isidoro Cristóbal Montas Rodríguez 1965 y demás caballeros oficiales que distinguieron la sub jefatura de la Policía Nacional.

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