Washington. un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y presentado hoy en Washington por el presidente de ese organismo, Luis Alberto Moreno, el coordinador de la investigacio, Eduardo Lora y, el canciller de Chile, Alejandro Foxley, destaca que los ciudadanos de los países de América Latina que han tenido un mayor crecimiento económico en los últimos años están menos satisfechos con su nivel de vida que los que han crecido poco o nada.
Más allá de los Hechos: Entendiendo América Latina" recoge las opiniones de 24.000 ciudadanos de 24 países América Latina y el Caribe, a los que se pidió que calificaran de cero a diez la satisfacción de su vida, así como la educación, la salud y la seguridad en sus naciones.
"En términos generales, los latinoamericanos están satisfechos con sus vida", señaló Moreno, aunque curiosamente "las personas que viven en algunos de los países más pobres son los más optimistas, mientras que los ciudadanos de algunos de los países más desarrollados están entre los más pesimistas".
El estudio reveló que los cambios rápidos en la economía y no solamente en los niveles de ingreso o consumo afectan el grado de satisfacción de los ciudadanos a corto plazo, algo que han denominado la paradoja del "crecimiento infeliz".
Los tres países que mostraron mayores índices de satisfacción fueron Costa Rica, con una puntuación de 7,4 sobre diez, Panamá (6,8) y México (6,6), aunque ninguno de estos está entre los que más ha crecido en la región en el periodo 2001-2006.
El que más creció en este periodo, en términos de renta per cápita, fue Trinidad y Tobago, con un 8,8 por ciento, seguido de Ecuador (3,9 por ciento) y Perú (3,5 por ciento). Por el contrario, los ciudadanos de Chile fueron los menos satisfechos con sus condiciones de salud, educación, vivienda y empleo, pese a tener una de las economías más saneadas en comparación con el resto de los países de la región.
Según Lora, los Gobiernos que concentran sus políticas únicamente en el crecimiento "están destinados a perder apoyo a largo plazo, si no responden a las altas expectativas (...) en áreas como la educación, la salud y la distribución de ingresos".
Mundos divorciadosDe los temas abordados en la encuesta, el informe revela que las percepciones sobre educación y el empleo de los ciudadanos difieren de la realidad, según los criterios establecidos.Así, por ejemplo, la mayoría de personas en América Latina y el Caribe está satisfecha con la educación pública, a pesar de que los estudiantes de la región obtienen bajos resultados en las pruebas internacionales de rendimiento escolar.
En concreto, citan a países como Venezuela, Uruguay, Paraguay y Bolivia, que mostraron niveles de satisfacción con la educación superiores a los de Japón, a pesar de que el rendimiento de los estudiantes nipones fue un 35 por ciento superior.Esto se debe, según Lora, a que los padres han tenido en cuenta criterios como las infraestructuras y la seguridad de sus hijos en el centro, frente a otros estrictamente académicos.
En cuanto al empleo, el 81 por ciento de los consultados dijo estar satisfecho con su trabajo, pese a que un cuarto de la población está sumida en la pobreza.En esta ocasión, de acuerdo con los expertos, los ciudadanos tuvieron en cuenta criterios como la autonomía, la flexibilidad y el respeto en el ámbito laboral, más que la calidad del trabajo en sí.Además de los ingresos, el estudio también incluyó otros factores que pueden afectar a la satisfacción de las personas, como las relaciones familiares, las amistades y las creencias religiosas.
En este sentido, nada pueden hacer las políticas públicas, pero "los Gobiernos pueden decidir mejor sus prioridades si entienden la manera de pensar de las personas", señaló el director del BID.El empleo, la seguridad y la capacidad económica para tener acceso a alimentos básicos, sanidad y una vivienda fueron las principales preocupaciones de los ciudadanos de la región.
Foxley señaló que este informe es pionero porque por primera vez se incluye la opinión de los ciudadanos sobre las políticas que llevan a cabo sus Gobiernos y un reto para los políticos.Los gobernantes "tenemos que ser capaces de anticiparnos para enfrentarnos a las demandas de la calidad de los servicios públicos que nos piden nuestros ciudadanos", aseguró.
La presentación del estudio también contó con la asistencia del Duque de Palma, Iñaqui Urdangarín, uno de los yernos del Rey de España, Juan Carlos.
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