martes, 4 de noviembre de 2008

63 millones de jóvenes Latinoaméricanos tienen problemas de desempleo, dijo OIT.



SANTO DOMINGO.- Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que 63 millones de jóvenes con edades de 14 a 24 años enfrentan problemas por desempleos, ocupaciones precarias y no estudian ni trabajan en los países de Latinoamérica.

Al mismo tiempo aboga por una urgente mejoría en la calidad de la ocupación juvenil en el ámbito rural para contribuir con la reducción de la pobreza, promover el desarrollo local y el arraigo.
De acuerdo con un informe dado a conocer por Virgilio Lavaggi, director de la OIT para Centroamérica, Haití, Panamá y República Dominicana, 10 millones de jóvenes entre las edades de 14 a 24 años están desempleados, 31 millones tienen ocupaciones precarias y 22 millones no estudian ni trabajan.

Explicó para el año 2015 América Latina alcanzará su máximo histórico de jóvenes entre 15 y 24 años los cuales deben ser aprovechados ya que son los que más sufren dificultades para su inserción en un trabajo y cuando lo logran están más expuestos que los adultos a ocupar espacios que no ofrecen estabilidad ni cuentan con adecuada protección.

Destaca que en Centro América, Panamá y la República Dominicana de alrededor de 10 millones de jóvenes en esas edades, más de la mitad están económicamente activos, 4.5 millones ocupados y los desempleados son más de 600,000.

Sostiene que alrededor de dos de cada tres de los ocupados lo están en actividades vinculadas al sector informal, lo que en el sector rural se llega al 75%, mientras que una cuarta parte de la juventud de la subregión, 2.3 millones no estudia ni trabaja.

El estudio tiene la finalidad de contribuir con la producción de conocimiento local sobre la situación de la juventud y el contexto sociolaboral, económico e institucional de la subregión.
De igual modo busca la vinculación entre el combate contra el trabajo infantil y el inicio y desarrollo de trayectorias laborales positivas ya que a su entender el crecimiento económico tiene baja intensidad en empleo juvenil, aunque las actividades más modernas del sector servicios son proclives a contar con jóvenes.

Considera que hay políticas de empleo juvenil poco articuladas con baja participación de los actores sociales y limitada representatividad de la juventud, la extensión de la experiencia de los programas de transferencias monetarias condicionadas a la permanencia de adolescentes en la escuela ligado a una adecuada oferta educativa debería ser ponderada.

Asegura que existen niveles elevados de precariedad laboral y desprotección social, así como una proporción significativa de jóvenes que no estudian ni trabajan especialmente en el área rural y entre las mujeres jóvenes.

Sostiene que la mayoría de adolescentes de 15 a 19 años está en ocupaciones de menor calidad, mientras que hay evidencia que niños, adolescentes y jóvenes que se han mantenido por más tiempo en la escuela tienen menos probabilidades de ocuparse de forma precaria. Entiende que los desafíos para promover el trabajo decente para la juventud son de gran magnitud y heterogeneidad y enfrentarlos, lo cual requiere pasar de programas puntuales a estrategias integrales.

Recomienda mejorar el vínculo con el área productiva, fortaleciendo e integrando las políticas activas de mercado de trabajo y la extensión de su cobertura más y mejor información sobre el mercado laboral, encadenamientos productivos y mejorar la articulación de políticas productivas con las políticas laborales y educativas.

Sugiere promover la responsabilidad social empresarial y el aprendizaje, identificando buenas prácticas empresariales y promover la capacitación y formación para el trabajo a través de la alianza público privada.

De igual modo, la OIT plantea ampliar la cobertura y la calidad de la protección social para la juventud, identificando e implementando mecanismos para promover su acceso a la seguridad social.

Aboga por la promoción de trabajo decente a grupos focalizados, priorizando el empleo juvenil en las políticas de desarrollo económico local, fomentando proyectos de desarrollo local que beneficien a jóvenes vulnerables.

La OIT busca que para el año 2015 alrededor de 10 millones de jóvenes en Centroamérica, Panamá y República Dominicana con acceso a empleos productivos y trabajo decente construyan progreso y puedan contribuir a cimentar la democracia y la paz social.
Por Luís Cárdenas y Deyanira Polanco. Listin Diario.

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