PÉTION-VILLE.- Al menos 50 personas murieron ayer viernes, en su mayoría niños, al derrumbarse una escuela evangélica que alberga habitualmente unos 700 estudiantes en la periferia de Puerto Príncipe, la capital haitiana, según un balance provisorio de la protección civil.
“Nosotros contamos por el momento una cincuentena de muertos y unos 85 heridos”, declaró Nadia Lochard de la oficina de la protección civil. “Pero todavía hay muchos niños atrapados bajo los escombros. Tenemos señales de que todavía están con vida y organizamos los rescates para tratar de salvarlos”, agregó.
Un balance precedente establecido a partir de fuentes policiales y hospitalarias daba cuenta de al menos unos cuarenta muertos.
La escuela de tres pisos “La Promesse” en Nerette, de Pétion-Ville, en las afueras de la capital, colapsó mientras los alumnos estaban en clase cerca de las 10H00 locales (15H00 GMT) de ayer viernes.
Una treintena de cuerpos fueron transferidos al hospital de la Universidad del Estado de Haití, indicó la policía. Otros cadáveres fueron llevados a distintos hospitales, incluyendo uno mantenido por la ONG Médicos sin Fronteras.
El presidente haitiano René Preval y la jefa de gobierno Michele Pierre-Louis se dirigieron al lugar para inspeccionar las operaciones de rescate.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, expresó desde París su “profunda emoción” tras el derrumbe y dijo que “a solicitud de las autoridades haitianas, Francia prepara el envío lo antes posible de un equipo de la Seguridad Civil para ayudar (...) en el rescate de las víctimas todavía sepultadas”.
La escuela albergaba alumnos de tres a veinte años y estaba dirigida por un sacerdote. El edificio era de dos pisos, con un tercero en construcción.
El colapso sucedió en el primer nivel y “arrastró al resto del edificio en momentos en que los alumnos estaban en clase”, narró una mujer visiblemente afectada, que acudió a la escuela para conocer la suerte de su pequeño hijo.
Interrogada por la cadena estadounidense CNN, Michaele Gedeon, presidente de la Cruz Roja haitiana, declaró no conocer la cantidad de personas que se encontraban en el edificio en el momento del incidente, pero estimó que probablemente había “muchos niños”.
“No hay Estado en este país, no tendríamos que haber dejado que se construyera una escuela para 700 niños en estas condiciones”, lanzó una madre desde el lugar.
La escuela había sido construida en un barrio marginal de Pétion-Ville y la mayoría de los alumnos vienen de allí.
“Toda la escuela se derrumbó sobre los niños, y por teléfono podemos escuchar que tantos niños lloran, lloran y que dicen ‘este está muerto, otro murió’”, añadió Gedeon. Además de la escuela, cinco casas ubicadas en la cercanía se derrumbaron parcial o totalmente sin que todavía se conozca el motivo. Mediante palas, y hasta con la ayuda de un helicóptero de la ONU para quitar bloques de hormigón, los rescatistas trabajan sin cesar.
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