26/9/2008
11:42 PM -
OXFORD, EEUU (AFP) — Los candidatos demócrata y republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Barack Obama y John McCain, chocaron duro en su primer debate el viernes, en el cual dejaron claras sus diferencias sobre la crisis financiera que golpea a Estados Unidos y sobre política exterior.
Obama lució más confortable al comienzo del debate hablando de temas de política interna, con definiciones claras sobre su plan de gobierno en materia de energía, salud o educación, mientras que McCain apeló a toda su experiencia en los temas de política exterior que dominaron el debate para tratar de marcar diferencias con el demócrata, que lo aventaja en las encuestas.
En un debate pactado a 90 minutos, con tiempos de respuestas de dos minutos sobre tres temas principales -la crisis financiera, seguridad nacional y política exterior- los dos candidatos comenzaron como era previsible por el tema que más preocupa hoy a los estadounidenses: la profunda crisis que hace tambalear el sistema financiero más poderoso del mundo.
El senador demócrata por Illinois (norte), que en todo momento presentó a su rival como un continuador del impopular presidente republicano George W. Bush, afirmó que la actual crisis es "el corolario de ocho años de fracasadas políticas económicas promovidas por George W. Bush, apoyadas por el senador McCain".
El senador republicano por Arizona (sur) sostuvo por su parte que emitió varias advertencias sobre la crisis. "Muchos de nosotros vimos llegar este tren", enfatizó, y defendió un plan que permita mantener "estables" las instituciones de Wall Street.
Luego de un fuerte cruce en el que ambos se acusaron de querer aumentar los impuestos en medio de preguntas del moderador del debate, el periodista Jim Lehrer, que les pedía en vano definir su posición sobre el plan de rescate del sistema financiero que actualmente negocian la Casa Blanca y el Congreso, los candidatos se abocaron a temas de política exterior.
La guerra en Irak, las políticas a implementar hacia Irán, Pakistán y Rusia fueron algunos de los temas que tocaron McCain y Obama.
McCain, de 72 años, defendió la actual estrategia norteamericana en Irak que implicó un aumento de tropas propuesto por él.
Estados Unidos está "ganando en Irak", dijo. El "aumento" de tropas "fue un éxito y Estados Unidos está ganando en Irak, y volveremos a casa victoriosos y con honor", añadió, al tiempo que adviritió que los planes de su rival para terminar la guerra podrían resultar en un fortalecimiento de la red terrorista Al Qaida en ese país.
Obama, de 47 años, reiteró su oposición a la guerra en Irak desde el comienzo de la invasión norteamericana en 2003 y dijo que la guerra debe terminar con una retirada de tropas en 16 meses, pero también enfatizó que Estados Unidos debe concentrar sus recursos militares en Afganistán en donde, según su visión, se encuentra el principal foco de amenaza.
Obama incluso fue más allá en su posición sobre un eventual uso de la fuerza si llega al gobierno, y advirtió que atacaría blancos extremistas en territorio paquistaní con o sin el aval de Islamabad.
"Si Estados Unidos tiene a Al Qaida, a (Osama) bin Laden, o a sus lugartenientes en su mira, y si Pakistán no actúa o es incapaz de actuar, entonces deberemos eliminarlos", declaró Obama.
John McCain estimó por su parte que proferir ese tipo de amenazas en voz alta "no es de ninguna ayuda".
Uno de los momentos álgidos del debate y que definió con más claridad las diferencias de los dos candidatos sobre Irak, tuvo más de gesto que de verbo.
Se produjo cuando McCain exhibió un brazalete y dijo que se lo había obsequiado la madre de un soldado muerto en Irak que le pidió "que su muerte no haya sido en vano". Obama replicó mostrando un brazalete similar, y dijo que se lo dio la madre de un soldado que le pidió que no hubiera más brazaletes como ése.
Los dos candidatos volvieron a chocar sobre la forma de lidiar con líderes opuestos a Estados Unidos como el presidente Iraní, Mahmud Ahjmadinejad, o el presidente venezolano Hugo Chávez.
McCain dijo que la propuesta de Obama de reunirse con líderes mundiales opuestos a Estados Unidos "sin precondiciones" -un término utilizado por su rival- es un error pues "legitimaría" a rivales de Estados Unidos.
Sin embargo, Obama, calificado de "inexperto" o "inocente" por los republicanos cuando presentó esa idea durante los debates para las primarias demócratas, explicó exactamente su postura: "no podemos esperar resolver todos los problemas antes de dialogar", sostuvo, y reiteró que primero propiciaría reuniones diplomáticas de menor nivel que citas presidenciales.
Los dos aspirantes presidenciales volverán a medirse en debate el próximo 2 de octubre. Será el segundo de tres encuentros de cara a las elecciones presidenciales del 4 de noviembre en Estados Unidos.
Obama y McCain piden aprobar rescate financiero
Oxford.- El candidato demócrata Barack Obama acusó el viernes a su rival republicano John McCain de apoyar las políticas del gobierno del presidente George W. Bush, que provocaron la actual crisis económica, en el primer debate entre ambos aspirantes a la presidencia.
Los dos candidatos coincidieron en que el Congreso debe actuar pronto para impedir que millones de estadounidenses pierdan sus empleos y sus viviendas.
Cuando se le preguntó directamente si pretende votar por un plan de rescate que está tomando forma en el Congreso, McCain dijo: ``Espero que sí... seguro''.
``No hemos visto todavía la redacción'', repuso Obama. ``Creo que se está haciendo un trabajo constructivo''.
Los dos candidatos hablaron de pie, frente a sendos atriles, en el escenario de un teatro en la Universidad de Misisipí. Fue el primero de tres debates presidenciales en una campaña muy apretada, cuando restan menos de seis semanas para los comicios.
En cuanto a los candidatos a vicepresidente, debatirán una vez, la próxima semana.
Obama no perdió tiempo en ir al ataque, y aprovechó la primera pregunta de la noche para criticar a su rival. Sobre la crisis que ha puesto a Wall Street al borde del abismo, dijo: ``También debemos reconocer que éste es el veredicto final de ocho años de políticas económicas fallidas que promovió el presidente Bush y apoyó el senador McCain''.
``Y no podemos darnos el lujo de otros cuatro años así'', agregó Obama unos momentos después.
McCain buscó poner en aprietos a su rival al señalar que Obama ha pedido millones de dólares en fondos reservados por el Congreso, dinero que consideró un desperdicio que sólo apoyaba a simpatizantes, incluso después de que el demócrata se postuló para la presidencia.
Como suele hacer en sus actos proselitistas, el candidato republicano advirtió que vetará cualquier proyecto legislativo de esa índole que llegue a su despacho en la Casa Blanca.
``Ustedes sabrán sus nombres y yo los haré públicos'', advirtió.
Los candidatos también discutieron sobre el tema de los impuestos y la legislación energética, durante la sesión de 90 minutos. Las reglas habían contemplado a un debate sobre política exterior, pero el moderador Jim Lehrer, de la PBS, dijo que no restringiría los tópicos.
Lehrer trató desde el comienzo y con frecuencia de involucrar a los rivales en una discusión directa. AP
Obama acusa Bush de la crisis por sus "políticas fallidas" que apoya McCain
Oxford (EE.UU.), 26 sep (EFE).- El candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, dijo que la crisis se ha gestado por culpa de los "ocho años de políticas fallidas" de George W. Bush, que han sido "apoyadas" por el candidato republicano John McCain.
Obama abrió en Misisipi el turno de respuestas en el primer debate presidencial con el candidato republicano John McCain, quien destacó, por su parte, que la crisis ha provocado que "por primera vez, el partido demócrata y el republicano se sienten juntos a negociar una solución" a la grave situación.
"No hay duda del alcance de esta crisis", dijo McCain. Ambos se mostraron de acuerdo en que no se habla de "los bancos de Wall Street, sino del ciudadano medio, que están perdiendo sus casas y sus negocios".
"Lo importante es que hemos visto que los dos partidos se han sentado juntos a negociar un paquete importante", dijo McCain, quien explicó que quiso suspender su campaña y regresar a Washington para participar en esta negociación.
Obama aprovechó la primera pregunta del debate, acerca del paquete de rescate financiero que negocia en la actualidad el Congreso, para asegurar que independientemente del alcance de la crisis, el "veredicto final es que la culpa la tienen los ochos años de políticas fallidas de George W. Bush, que han sido apoyadas por John McCain".
El senador demócrata se mostró partidario de apoyar un paquete que incluya un sistema de supervisión del desembolso de los 700.000 millones de dólares que quiere gastar el Gobierno, así como garantías de que este dinero "no vaya a parar a las cuentas de los consejeros delegados de los bancos" rescatados.
Este primer cara a cara se produce en un momento en que las encuestas revelan un cierto distanciamiento de Obama sobre su oponente republicano, después de que McCain anunciara que no acudiría a Misisipi si no se resolvía antes la negociación del rescate financiero en el Congreso, y después diera marcha atrás.
Según la media de los principales sondeos que elabora la página de información política "RealClearPolitics.com", Obama cuenta con una ventaja de cuatro puntos porcentuales, y suma el 48,2 por ciento de la intención de voto, frente al 44,2 por ciento con que cuenta su rival republicano. EFE
Obama defiende su derecho a sentarse a negociar con líderes hostiles
Oxford (EE.UU.), 26 sep (EFE). El demócrata Barack Obama defendió hoy su derecho, si logra la presidencia de EE.UU., de sentarse a negociar "con quien considere y en el momento que desee", después de que su oponente republicano, John McCain, lo acusara de querer negociar "sin condiciones previas" con mandatarios hostiles.
"Barack Obama ha dicho en anteriores debates que se sentaría a negociar sin condiciones previas con líderes como el cubano Raúl Castro, el venezolano Hugo Chávez, o el iraní Mahmud Ahmadineyad, quien hoy, por cierto, en la ONU habló de exterminar al estado de Irael", afirmó McCain, en el debate que se celebra en Misisipi.
Obama le contestó que: "como presidente de EE.UU. tengo el derecho de reunirme con la persona que considere, en el momento que considere, si con ello creo que mantengo el país más a salvo".
Además, el senador por Illinois reprochó a McCain que en una entrevista dijera hace unos días que no sabe si se reuniría con el presidente de España, Jose Luis Rodríguez Zapatero, pese a que su país es un aliado de la OTAN.
El senador demócrata insistió en que sentarse a negociar sin condiciones no supone que "no haya una preparación previa" del acercamiento de EE.UU. a estos países, con contactos a más bajo nivel, tal y como defiende precisamente el ex secretario de Estado Henry Kissinger, uno de los asesores de la administración Bush.
Con respecto a Irán, Obama reconoció que este país asiático ha ido ganando influencia en los últimos tiempos, pero dijo que es necesario que: "exploremos la posibilidad de iniciar contactos diplomáticos", porque "no nos podemos permitir una guerra nuclear".
Para McCain, estos contactos con Ahmadineyad solo servirían para "dar legitimidad a la plataforma de propaganda de Irán, que solo busca justificar la exterminación del Estado de Israel". EFE
Los impuestos enfrentan a los candidatos Obama y McCain
Oxford (EE.UU.),.-Los candidatos presidenciales en EE.UU., el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, difirieron este viernes en cómo abordar una reforma fiscal, en su primer debate, que se celebra en la Universidad de Misisipi. A preguntas del moderador, el periodista de la cadena pública PBS Jim Lehrer, Obama afirmó que si llega a la presidencia recortará los impuestos para los ciudadanos con una renta inferior a los 250.000 dólares anuales, el 95 por ciento de la población.
Obama afirmó que esos recortes darán un mayor desahogo económico a los ciudadanos y, por consiguiente, harán crecer a la economía, "en lugar de la política que hemos tenido hasta ahora de recortar impuestos a los más pudientes y tener la esperanza de que las ganancias de los más ricos se filtren a las clases inferiores".
Por su parte, McCain acusó a su rival de querer aumentar los impuestos y, en particular, a las empresas, que, según él, ya padecen algunas de las cargas fiscales más altas del mundo. También afirmó que el demócrata aumentaría el gasto de Hacienda en cerca de 100.000 millones de dólares en nuevas partidas presupuestarias.
"Quiero mantener los impuestos bajos", afirmó McCain, partidario de mantener los recortes fiscales aprobados por la Administración del presidente George W Bush.
El candidato republicano arremetió también contra los gastos presupuestarios conocidos como "earmarks", las partidas para proyectos muy específicos que los legisladores incluyen en proyectos de ley a menudo no relacionados.
Según McCain, estas partidas suman en torno a los 18.000 millones de dólares anuales y esos gastos bajo su presidencia "van a quedar bajo control". "Voy a vetar cada proyecto de ley que los incluya y voy a denunciar a sus responsables", aseguró.
Obama replicó que 18.000 millones de dólares es "una cantidad sustancial, y debemos asegurarnos de que no se producen gastos innecesarios, pero no es una cifra que vaya a devolver la salud económica a la clase media".
McCain, declaró su rival, propone un sistema fiscal que representará un gasto de 300.000 millones de dólares en recortes fiscales "para algunos de los ciudadanos más ricos de este país".
El republicano John McCain anunció hace dos días que suspendía su campaña para regresar a Washington y tratar de ayudar en las negociaciones para sacar adelante un plan de rescate para el sistema financiero estadounidense.
Obama y McCain, ambos senadores, participaron el jueves en una reunión en la Casa Blanca junto a otros representantes del Congreso y el presidente George W. Bush para intentar llegar a un consenso. La reunión acabó entre reproches, pese a que horas antes en el Capitolio los demócratas habían anunciado un principio de acuerdo.
En un principio las preguntas iban a centrarse en la política exterior y la seguridad nacional, asuntos en los que McCain está considerado un mayor experto, pero Lehrer indicó al inicio del debate que dedicaría las primeras preguntas a la actual crisis financiera. EFE
McCain defiende éxito Irak, y Obama denuncia derroche y desatino en invasión
Oxford (EE.UU.), 26 sep (EFE). La guerra de Irak protagonizó uno de los enfrentamientos en el debate entre el candidato republicano John McCain, que defiende que ha sido un éxito, y el demócrata Barack Obama, que considera que se ha producido con un gran derroche y desatino.
McCain, héroe de guerra de Vietnam, defendió la guerra de Irak, que ha permitido "traer paz y estabilidad" al país árabe, y destacó que las tropas tienen que volver a casa, con "victoria y con honor".
No obstante, reconoció que el próximo presidente del país tendrá que decidir "cómo y cuándo regresan las tropas", pero McCain dejó claro que debe ser cuando "se alcance el éxito militar".
El republicano subrayó que "hay mucho en juego" y que es necesario estabilizar la región para evitar entre otras cosas un fortalecimiento de Irán.
Obama, que se preguntó "por qué fuimos a Irak", destacó que: "ojalá hubiera estado en un error cuando me opuse a la guerra", y subrayó que se han gastado hasta ahora 600.000 millones de dólares, se han perdido 4.000 vidas, y hay más de 40.000 heridos.
El demócrata insistió en su promesa de iniciar la retirada de tropas, de manera progresiva y responsable, 16 meses después de llegar a la Casa Blanca, con objeto de poder destinar recursos a otros conflictos, como el de Afganistán, porque: "no hemos vencido todavía a Al Qaeda".
Después del dinero invertido en los conflictos bélicos, dijo Obama, "Al Qaeda está resurgiendo con más fuerza que nunca, y ello sin mencionar que nos estamos gastando 10.000 millones de dólares al mes".
"Ojalá no tenga que utilizar la fuerza militar cuando sea presidente", dijo el demócrata, "pero si lo hago, lo haré con sabiduría".
McCain, por su parte, acusó a Obama de haber votado en contra de la escalada militar que realizó Estados Unidos en Irak en enero de 2007, y de no reconocer los éxitos conseguidos al elevar las tropas a 165.000 soldados.
Obama reconoció que ha sido un éxito, pero sólo porque ha permitido "resolver el desastre que se había producido en los cuatro años anteriores" de la guerra.
Aclaró que si votó en contra de la escalada, no era por no dar más fondos al ejército, sino porque en la iniciativa legislativa no se había incluido un calendario de retirada, como pedían los demócratas. EFE
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