viernes, 26 de septiembre de 2008

Murió al proteger a su hija de la arremetida del asesino





Sobre su padre, desvanecido en la cima de la escalera, los dos niños intentaban revivirlo. Le suplicaban que abriera los ojos y se levantara. Así estuvieron un rato, hasta que los efectivos del Cicpc llegaron. Los pequeños, uno de seis años y otro de ocho, para cuando llegaron los policías estaban acurrucados a un lado de su padre, que se desangraba. A José del Carmen Pérez Márquez, de 43 años, le disparó el líder de la banda que funciona en el barrio La Sidra de Caricuao, cuando llegó a socorrer a sus hijos. Eran las 3:25 de la tarde del pasado 5 de septiembre y un morador le avisó que "el Coleto" maltrataba a sus hijos a tres casas de la suya. El hombre, fornido y muy alto, corrió hasta la casa del maleante para defender a sus hijos. Pero cuando llegó, ya "Coleto" empuñaba el arma contra la joven de 13 años y apretaba el gatillo. Intentó llegar, pero sólo alcanzó a recoger a su niña ya desmayada en el piso. Una bala le había atravesado el pecho. José del Carmen la tomó y cuando se dio la vuelta para salir del lugar y llevar a su hija hasta un centro asistencial, el maleante volvió a empuñar su arma y esta vez arremetió contra el hombre que intentaba salvar a su muchacha. Cuatro tiros le disparó a la espalda. Aunque malherido, José del Carmen logró caminar varios metros antes de caerse con su hija en brazos. En la cima de la escalera cayó arrodillado y luego se desvaneció. El hermano de José lo alcanzó y tomó a la niña y la llevó hasta el hospital Miguel Pérez Carreño, cita el informe de la policía científica; José del Carmen murió desangrado. Los dos hermanos menores de la muchacha de 13 años lo vieron todo. El problema La joven de 13 años y sus dos hermanos esa tarde jugaban en la calle. Según se estableció en la investigación del Cicpc, "Coleto" se molestó por el supuesto desorden que los jóvenes tenían en la calle y salió a reclamarles. La muchacha de 13 años no se dejó regañar y le respondió al maleante. El hampón se llenó de cólera y decidió castigar lo que, presumen los policías, fue una falta de respeto. Sacó su arma e intentó matar a la joven que vio crecer. Desde ese día, ni "Coleto" ni los miembros de su banda se dejan ver por el barrio La Sidra. Presumen que huyeron, pues la comunidad rompió el silencio y los señaló como los azotes más peligrosos de la zona. Un año y medio, aseguraron varios, estuvieron bajo el yugo del grupo. Debían pagar vacuna, era una obligación dejarse robar y había que callar cuando presenciaban la distribución de droga. Hasta ahora no saben hacia dónde pudieron huir los cuatro maleantes que integran la banda, de lo que sí están seguros los moradores es que harán lo posible para no dejarlos volver. Los efectivos del Cicpc ya tienen a los cuatro maleantes plenamente identificados. Los operativos de la policía científica son frecuentes en la zona, pues estiman que de pronto podrían regresar. La muchacha de 13 años aún permanece hospitalizada. Los policías esperan a que se restablezca para poderla entrevistar y conocer así su versión.
María Isoliett IglesiasEL UNIVERSAL

1 comentario:

Anónimo dijo...

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