SANTO DOMINGO.- Al cierre del 2008, la tasa de criminalidad en la República Dominicana era de un 20.2 por ciento, según reveló ayer el Secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, durante el acto inaugural de la “Conferencia Ministerial sobre Tráfico ilícito de drogas, delincuencia organizada transnacional y terrorismo, como desafío para la seguridad y desarrollo del Caribe”, que encabezó este mediodía el presidente Leonel Fernández en la Cancillería. En la actividad participan representantes de 18 países.
La conferencia, que tiene como objetivo adoptar una declaración política y un plan de acción para prevenir y combatir el tráfico ilícito de drogas y la delincuencia en la región, es organizada por la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (ONODC) y el Gobierno Dominicano.
La actividad inició hace dos días, el pasado martes 17, con una reunión de expertos en materia de narcotráfico, terrorismo y seguridad nacional. La reunión se extendió hasta ayer, mientras que hoy se dio inicio formal con un acto en el que intervinieron el secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, el director general de las Naciones Unidas en Viena, Antonio María Costa y el secretario General del CARICOM, Edwin Carington.
María Costa hizo un llamado a las naciones de la región para que protejan El Caribe y sean responsables en cuento a funciones de seguridad del Estado. Dijo que el narcotráfico y la corrupción se encuentran en un nivel “muy alto”, aunque señaló que en la República Dominicana, según informes que tiene, este flagelo se ha reducido considerablemente.
El diplomático aseguró que se necesita unidad para el combate contra la corrupción, para limitar el lavado de dinero y controlar los activos. Señaló que los banqueros a nivel regional no tienen una reputación muy buena y que no hay más secretos bancarios, al tiempo que aplaudió la recuperación de Haití en cuanto a sus activos.
En tanto que Franklin Almeyda señaló que el Caribe es un “arco” en la mira de quienes trafican con drogas por su característica geográfica.
Dijo que el contrabando de drogas en el área desarticula y afecta el tejido social de esas naciones y señaló que la región no tiene un mercado que demande el uso de esos estupefacientes, forzando el consumo, lo que según dijo aumenta la violencia. Aseguró que para finales del 2008 la tasa de criminalidad en el país estaba situada en un 20.2 por ciento.
Señaló que el Caribe requiere mayores recursos técnicos, capacitación y tecnología actualizada para controlar el tráfico y consumo de drogas.
En el evento participan ministros de justicia y seguridad de los Estados del Caribe Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Cuba, Grenada, Guyana, Haití, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.
En calidad de observadores asistieron representantes de Canadá, Francia, España, Suiza, Los Países Bajos, El Reino Unido, Estados Unidos, México y Venezuela.
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