jueves, 26 de febrero de 2009

Evangelicos dicen, depuración de FFAA y PN debe ser parte plan integral


SANTO DOMINGO.- El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), al deplorar el vínculo de miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en actos delictivos revela el nivel de deterioro que afecta a los estamentos el país, afirman que no se puede hablar de depuración de los organismos de seguridad, si no se dispone de de un plan de recuperación integral.
En su carta pastoral por motivo del 165 aniversario de la Independencia Nacional, este viernes 27, los cristianos evangélicos afirman que la sociedad dominicana está viviendo un problema de ética, “donde cada quien se aprovecha de su posición para sacar sus beneficios particulares”.
Creen que los organismos de seguridad del Estado no se pueden tomar como “chivos” expiatorio de esta crisis moral que está viviendo la sociedad dominicana”.
Indican que no se trata de una crisis en la que se simplemente contrastar los buenos con los malos, “se trata de una crisis moral, sistémica, es una crisis de la cultura que nos involucra a todos”.
“El político se aprovecha de su posición para sacar ventajas extras, el militar usa su poder para provecho propio, el profesor de escuela abusa de la ascendencia que le da su posición, el químico no pone su conocimiento al servicio de la salud, sino del engaño y el fraude; y el desarraigado social, apela a su condición de excluido y se lanza a conseguir ventajas personales por medio del arrebato y la violencia”, precisan.
Señalan que en el país han creado una sociedad individualista y violenta, situación que está llevando la nación a la fragmentación, la desintegración como sociedad y como nación.
En ese sentido, llaman a reflexionar de manera integral, para que “dejemos de pegar parches sociales y remiendos inmediatistas para disimular la vergüenza del momento”.
También señalan que los partidos políticos han sido incapaces de canalizar la fuerza social que se desborda para convertirla en ideal noble que se exprese en trabajo, acciones honestas y superación social y humana, “la indiferencia frente a la inequidad social está haciendo insostenible el estado de paz y convivencia por el que lucharon los forjadores de la Patria”.
FFAA y PN :
Los religiosos deploraron la violencia e inseguridad que vive el país, por lo que urgen poner en marcha un plan nacional de acción que busque soluciones integrales que apunten a enrumbar la nación por caminos más promisorios y seguros.
“Si hablamos de depurar a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, debemos hablar de depurar las escuelas, los gremios profesionales, los funcionarios públicos, la judicatura y a otras instancias. No podemos hacer de los organismos de seguridad el chivo expiatorio de esta crisis moral que está viviendo nuestra sociedad”.
“Los organismos de seguridad son símbolos necesarios que representan el orden, la confianza y la estabilidad en toda sociedad organizada”, precisaron, al tiempo de indicar que los organismos de seguridad requieren de una transformación integral.
Indican que sin salarios dignos, sin ejemplos inspiradores de quienes detentan el poder civil, sin una verdadera promoción de valores e integridad moral, los cambios en las instituciones serán de nombres y posiciones, no de actitudes y políticas que es lo que necesita el país en esta situación de crisis.
Es urgente. Nuestra sociedad requiere una reorientación, un significativo cambio de rumbo. Este estado no será controlado haciendo énfasis de manera unilateral en el aumento de la vigilancia policial o en el equipamiento y modernización de los organismos de seguridad.
Corrupción:
Sobre la corrupción, la Unidad Evangélica dice que la corrupción institucionalizada no sólo es nociva para la sociedad, sino que provoca el enriquecimiento ilícito de los “privilegiados”.
Critican las medidas aplicadas contra la corrupción que no lucen convincentes, “cuando se desvirtúa la función del Estado para provecho de unos pocos, es un indicador de que estamos caminando hacia un peligroso estado de descomposición”.
En ese sentido, entienden que las causas de la corrupción hay que buscarla en la impunidad, la pérdida de los principios éticos y morales, la debilidad institucional y la falta de transparencia en el ejercicio de la gestión pública.
Afirman que cuando se abusa de legalismos que permiten recursos excepcionales, como el caso de los indultos, “para la complacencia y el contubernio con la corrupción, los pueblos se sienten burlados y traicionados por sus gobernantes”.
Autor: FRANCIA VALDEZ, El Nuevo Diario

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