(Y 4)
Una de las proyecciones, obviamente con visión futurista, que ha tenido el señor jefe de la Policía Nacional es el haber involucrados a 12,892 ciudadanos de diferentes extractos sociales juntos ha policías en programas educativos a través del Instituto de dignidad Humana (IDIH), con el único objetivo de garantías de derechos humanos.Estos son logros importantísimo que si usted lo suma con las conclusiones, tanto de la organización Barómetro de las Américas, auspiciado por la USAID como la revista “Merser”, que citó al país entre los 7 más seguros del mundo, mientras otros estudios bajó a la República dominicana del peldaño 7 al 3 en materia de seguridad, todos estos es para regocijarnos por tener en la Policía Nacional dominicana excelentes servidores públicos.
Pero si de algo debe sentirse los ciudadanos y ciudadanas que exhiben las vestimentas grises, orgullosas y orgullosas de su institución es que a partir de ahora sus accionar como “garante de la vida, la integridad física y la seguridad de las personas, del libre ejercicio de los derechos y libertades” estará por vez primera consagrado en la carta magna.
Justamente cuando la República Dominicana celebra sus 166 aniversarios de independencia y los 147 de la restauración, es que la Policía Nacional dominicana se regirá a partir de ahora por la constitución de la República. La misma en el capitulo II, articulo 255 reza “La Policía Nacional es un cuerpo armado, técnico, profesional, de naturaleza policial, bajo la autoridad del Presidente de la República, obediente al poder civil, apartidista y sin facultad, en ningún caso, para deliberar. La Policía Nacional tiene por misión: Salvaguardar la seguridad ciudadana; Prevenir y controlar los delitos; Perseguir e investigar las infracciones penales, bajo la dirección legal de la autoridad competente; Mantener el orden público para proteger el libre ejercicio de los derechos de las personas y la convivencia pacífica de conformidad con la Constitución y las leyes”.
Esto es un significativo avance de transformación y ahora si podemos reafirmar de una vez y para siempre que ya se plantó la anhelada “reforma” de la Policía Nacional dominicana.
La influencia futura para la institución del orden será promisoria, sin lugar dudas, por las razones que acabamos de señalar, la cual ha constituido uno de los logros de mayor trascendencia, desde que la institución del orden fuera creada en el 1936, a la cual se reafirma que ha válido la pena la prolongada espera de más de 50 años del pueblo dominicano para celebrar en grande, junto a la Policía Nacional dominicana, si se quiere, con magnánimos banquetes, la inserción de su Misión en la nueva Carta Magna.
Este espacio bien merecido por la Policía da lugar para declarar el año 2010 de “festividades” para la Policía y tirar todo por la ventana, y que no termine en los septuagésimo cuarto aniversario celebrado el pasado 2 de marzo, sino que la Policía Nacional continué calentando los motores para serrar en el 2011 con “broche de oro” en el septuagésimo quinto aniversario de su creación. En hora buena tenia que ser. Felicidades a la sociedad civil, al mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, Jefe de la Policía Nacional, por la fiel interpretación del mandato del Excelentísimo señor presidente, doctor Leonel Fernández Reyna, de conducir la nave al siglo XXI.
Una de las proyecciones, obviamente con visión futurista, que ha tenido el señor jefe de la Policía Nacional es el haber involucrados a 12,892 ciudadanos de diferentes extractos sociales juntos ha policías en programas educativos a través del Instituto de dignidad Humana (IDIH), con el único objetivo de garantías de derechos humanos.Estos son logros importantísimo que si usted lo suma con las conclusiones, tanto de la organización Barómetro de las Américas, auspiciado por la USAID como la revista “Merser”, que citó al país entre los 7 más seguros del mundo, mientras otros estudios bajó a la República dominicana del peldaño 7 al 3 en materia de seguridad, todos estos es para regocijarnos por tener en la Policía Nacional dominicana excelentes servidores públicos.
Pero si de algo debe sentirse los ciudadanos y ciudadanas que exhiben las vestimentas grises, orgullosas y orgullosas de su institución es que a partir de ahora sus accionar como “garante de la vida, la integridad física y la seguridad de las personas, del libre ejercicio de los derechos y libertades” estará por vez primera consagrado en la carta magna.
Justamente cuando la República Dominicana celebra sus 166 aniversarios de independencia y los 147 de la restauración, es que la Policía Nacional dominicana se regirá a partir de ahora por la constitución de la República. La misma en el capitulo II, articulo 255 reza “La Policía Nacional es un cuerpo armado, técnico, profesional, de naturaleza policial, bajo la autoridad del Presidente de la República, obediente al poder civil, apartidista y sin facultad, en ningún caso, para deliberar. La Policía Nacional tiene por misión: Salvaguardar la seguridad ciudadana; Prevenir y controlar los delitos; Perseguir e investigar las infracciones penales, bajo la dirección legal de la autoridad competente; Mantener el orden público para proteger el libre ejercicio de los derechos de las personas y la convivencia pacífica de conformidad con la Constitución y las leyes”.
Esto es un significativo avance de transformación y ahora si podemos reafirmar de una vez y para siempre que ya se plantó la anhelada “reforma” de la Policía Nacional dominicana.
La influencia futura para la institución del orden será promisoria, sin lugar dudas, por las razones que acabamos de señalar, la cual ha constituido uno de los logros de mayor trascendencia, desde que la institución del orden fuera creada en el 1936, a la cual se reafirma que ha válido la pena la prolongada espera de más de 50 años del pueblo dominicano para celebrar en grande, junto a la Policía Nacional dominicana, si se quiere, con magnánimos banquetes, la inserción de su Misión en la nueva Carta Magna.
Este espacio bien merecido por la Policía da lugar para declarar el año 2010 de “festividades” para la Policía y tirar todo por la ventana, y que no termine en los septuagésimo cuarto aniversario celebrado el pasado 2 de marzo, sino que la Policía Nacional continué calentando los motores para serrar en el 2011 con “broche de oro” en el septuagésimo quinto aniversario de su creación. En hora buena tenia que ser. Felicidades a la sociedad civil, al mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, Jefe de la Policía Nacional, por la fiel interpretación del mandato del Excelentísimo señor presidente, doctor Leonel Fernández Reyna, de conducir la nave al siglo XXI.
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