Era una tarde, del mes de septiembre. Tres personas, dos de sexo femenino y uno masculino penetraron a la oficina del director de Relaciones Públicas de la Policía y, de inmediato le comunican a la secretaria:
- Tenemos interés de ver al Jefe de la Policía o al vocero. La joven secretaria, le dijo si deseaban hablar con el subdirector, ya que el vocero no estaba, ellos aceptaron y penetraron al antedespacho, los tres, donde me encontraba.
-En que puedo servirles señores, les dije.
-Una de la señora se adelanta y me pregunta ¿usted nos va ayudar?, porque lo que queremos es ver al Jefe de la Policía.
-Al escuchar detenidamente a una de la señora le conteste. El Jefe de la Policía tiene en esta oficina oficiales asistentes con la suficiente madures policial y profesional para escucharles y darles una adecuada información a lo que ustedes desean plantarles al Jefe de la Policía. Otra de la señora, de estatura mediana, tez blanca y cabello lacio baja la cabeza y lentamente la inclina expresando:
- ¿Puedo contar con usted? Les dije, todavía no sabemos de que trata su visita, pero cuenten con la Policía, porque ella es la que me tiene frente a usted para que le escuche, le dije.
El hombre que acompañaba a las dos señoras se identifica como el esposo de una de ella y me comenta:
-Somos los padres de un joven, de apenas 19 años que fue asesinado en el sector de Maquiteria de Villa Duarte y todavía la Policía no ha apresados a los que mataron a nuestro hijo. La esposa, la señora de estatura mediana, tez blanca y cabello lacio llora y saca de su bolso una foto de su hijo. Señora no llore, le dije, que la Policía les dará contestación a su sed de justicia. Cuénteme ¿que le pasó a su hijo?.
-Mi hijo fue asesinado por unos desarmados cuando se dirigía a su residencia. Luego, nos suministró el nombre y el rango del oficial investigador, mayor Urbaez Feliz, lo llamamos a su móvil y le ordene, luego de haberle escuchado de lo que había indagado, que suma más personal en la captura de los asesinos del joven de Maquiteria, Villa Duarte, ya que el Jefe de la Policía tiene interés en la solución del caso. El mayor Urbaez Feliz, nos aseguro que el caso será resuelto a la menor brevedad posible.
A los cinco días de haberle prometido a los familiares de Maiko Michael Florián Melo, que la Policía les dará pronta contestación a su reclamo, recibimos la grata llamada de ellos mismos para informarnos que el mayor Urbaez Feliz tenía apresados a los asesinos de su pariente, identificados como Wiston Guillermo Matos Matos, Anyito Matos Matos y Álvaro Luís Matos.
La no comprensión del nuevo proceso penal inducen a los familiares de las victimas, a dudar de la gran capacidad de respuesta de la Policía Nacional, la cual es caracterizada por la perseverancia, paciencia y sobre todo firmeza en materia de investigaciones criminales.
Nos despedimos y sólo les dije, nunca pierdan la fe en la capacidad de solución de la Policía Nacional.
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