SANTO DOMINGO.-El presidente Leonel Fernández dispuso ayer el retiro de 31 generales de las distintas instituciones castrenses y de la Policía Nacional.
Mediante el decreto 161-09 el mandatario puso en retiro a los mayores generales José Eliseo Noble Espejo y Gustavo Adolfo Jorge García, así como a los generales de brigadas Julio César Nin Rodríguez, Najib Neder Rodríguez, Manuel Antonio Roa Almonte, Félix Víctor Molina Rodríguez, Pedro Antonio Frías Larrendowte, Jaime Eduardo Dagoberto Oser García, Eufemio Torres Mejía y Ramón Antonio Rodríguez Curiel, pertenecientes al Ejército Nacional.
En tanto que, mediante el decreto presidencial número 162-09 el presidente Fernández retiró al vicealmirante Luis Alberto Humeau Hidalgo, quien fue jefe de la Dirección Nacional de Control de Drogas y de la Marina de Guerra, y a los Contralmirantes Gustavo Antonio Rojas de Beras, José Altagracia Beltré Tejada, Juan Víctor Sosa Ruiz, Héctor Antonio Lizardo Jorge, Roberto de Jesús Ortiz Reyes, Tobías Eleodoro Esquea Isaac, Reynaldo Antonio Muñoz Cairú y Víctor Manuel Rodríguez Martínez, de la Marina de Guerra.
Con el decreto 163-09 puso en retiro a los mayores generales de la Fuerza Aérea Dominicana, Luis Damián Castro Cruz, Juan Bautista Rojas Tabar, ex director del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA), Nelson Eladio Marmolejos Acosta y Ubaldo E. Alemany Velásquez y a los generales de brigada, Santiago Tejeda Cabrera, Bienvenido Arturo Arache, René Antonio de León Suero, Luis Virgilio Macario de la Cruz y Víctor Darío Guerra Camilo.
Mediante decreto 164-09 fueron puestos en retiro los generales de brigadas Félix Antonio Fernández Colón, William Durán Jerez e Hilario de la Cruz González y González, quien estuvo de puesto en Baní cuando se desató el caso Paya, y a quien el senador por Peravia Wilton Guerrero acusó de proteger al narcotráfico, en su condición de comandante policial de Baní.
Guerrero Dumé pidió en esa oportunidad que se investigara al general González González sobre la masacre de siete personas ejecutadas por narcotraficantes Baní, y reiteró que en esa localidad operaba un punto de drogas al lado de la dirección Central Sur de la Policía Nacional.
Además del comandante policial González González, Guerrero Dumé también identificó a los fiscales Esther y Rafael González, y al renunciante fiscal Víctor Cordero, como los padrinos de los narcotraficantes de la zona.
Afirmó también que los extranjeros ultimados en la comunidad de Paya eran visitados con frecuencia por oficiales policiales de la dotación de Baní donde degustaban chivos y tomaban whisky, y lo hacían en la propia yipeta de la Policía.
González negó en la ocasión que al lado del cuartel policial operara un punto de drogas y aseguró que tenía una lista de 175 personas que había sometido en un año por traficar con estupefacientes.
También rechazó que el narcotráfico operara libremente en la zona, con el presunto padrinazgo de las autoridades.
Igualmente, desmintió que oficiales de la Policía Nacional y de la Dirección Nacional de Control de Drogas asistieran a una comilona donde participaron los siete extranjeros y dominicanos abatidos.
A juicio del ex oficial policial, el pueblo de Baní no respaldó las denuncias del legislador por completo, y opinó en la ocasión que no creía que el congresista encontrara una sola persona que coincidiera con él, argumentando que todos en Baní lo conocían.
González fue acusado por Guerrero Dumé de proteger a los narcotraficantes y cobrarles dinero para dejarlos operar tranquilos, a lo que el oficial policial respondió que no era un loco sino un hombre de bien con 39 años en la Policía Nacional, y aunque dijo ignorar si su carrera estaba en peligro, advirtió que lo único que le importaba era su dignidad, la cual se llevaría a la tumba.
Mediante el decreto 161-09 el mandatario puso en retiro a los mayores generales José Eliseo Noble Espejo y Gustavo Adolfo Jorge García, así como a los generales de brigadas Julio César Nin Rodríguez, Najib Neder Rodríguez, Manuel Antonio Roa Almonte, Félix Víctor Molina Rodríguez, Pedro Antonio Frías Larrendowte, Jaime Eduardo Dagoberto Oser García, Eufemio Torres Mejía y Ramón Antonio Rodríguez Curiel, pertenecientes al Ejército Nacional.
En tanto que, mediante el decreto presidencial número 162-09 el presidente Fernández retiró al vicealmirante Luis Alberto Humeau Hidalgo, quien fue jefe de la Dirección Nacional de Control de Drogas y de la Marina de Guerra, y a los Contralmirantes Gustavo Antonio Rojas de Beras, José Altagracia Beltré Tejada, Juan Víctor Sosa Ruiz, Héctor Antonio Lizardo Jorge, Roberto de Jesús Ortiz Reyes, Tobías Eleodoro Esquea Isaac, Reynaldo Antonio Muñoz Cairú y Víctor Manuel Rodríguez Martínez, de la Marina de Guerra.
Con el decreto 163-09 puso en retiro a los mayores generales de la Fuerza Aérea Dominicana, Luis Damián Castro Cruz, Juan Bautista Rojas Tabar, ex director del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA), Nelson Eladio Marmolejos Acosta y Ubaldo E. Alemany Velásquez y a los generales de brigada, Santiago Tejeda Cabrera, Bienvenido Arturo Arache, René Antonio de León Suero, Luis Virgilio Macario de la Cruz y Víctor Darío Guerra Camilo.
Mediante decreto 164-09 fueron puestos en retiro los generales de brigadas Félix Antonio Fernández Colón, William Durán Jerez e Hilario de la Cruz González y González, quien estuvo de puesto en Baní cuando se desató el caso Paya, y a quien el senador por Peravia Wilton Guerrero acusó de proteger al narcotráfico, en su condición de comandante policial de Baní.
Guerrero Dumé pidió en esa oportunidad que se investigara al general González González sobre la masacre de siete personas ejecutadas por narcotraficantes Baní, y reiteró que en esa localidad operaba un punto de drogas al lado de la dirección Central Sur de la Policía Nacional.
Además del comandante policial González González, Guerrero Dumé también identificó a los fiscales Esther y Rafael González, y al renunciante fiscal Víctor Cordero, como los padrinos de los narcotraficantes de la zona.
Afirmó también que los extranjeros ultimados en la comunidad de Paya eran visitados con frecuencia por oficiales policiales de la dotación de Baní donde degustaban chivos y tomaban whisky, y lo hacían en la propia yipeta de la Policía.
González negó en la ocasión que al lado del cuartel policial operara un punto de drogas y aseguró que tenía una lista de 175 personas que había sometido en un año por traficar con estupefacientes.
También rechazó que el narcotráfico operara libremente en la zona, con el presunto padrinazgo de las autoridades.
Igualmente, desmintió que oficiales de la Policía Nacional y de la Dirección Nacional de Control de Drogas asistieran a una comilona donde participaron los siete extranjeros y dominicanos abatidos.
A juicio del ex oficial policial, el pueblo de Baní no respaldó las denuncias del legislador por completo, y opinó en la ocasión que no creía que el congresista encontrara una sola persona que coincidiera con él, argumentando que todos en Baní lo conocían.
González fue acusado por Guerrero Dumé de proteger a los narcotraficantes y cobrarles dinero para dejarlos operar tranquilos, a lo que el oficial policial respondió que no era un loco sino un hombre de bien con 39 años en la Policía Nacional, y aunque dijo ignorar si su carrera estaba en peligro, advirtió que lo único que le importaba era su dignidad, la cual se llevaría a la tumba.
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