El
doctor Ramón Pina Acevedo en nombre de los ex procuradores, pidió al presidente
Danilo Medina, otorgar la condecoración con la medalla Orden al Mérito de
Duarte, Sánchez y Mella, para quien definieron como el diamante que representa
la excelencia del servidor público.
SANTO
DOMINGO.- “Me retiro satisfecha por el amor que recibí y el deber cumplido,
porque todo cuanto ofrecí lo aprendí de mi familia”. Con estas palabras se
despidió doña Lucero Rivera de Félix dejando atrás sus 43 años ininterrumpidos
de servicio en la Procuraduría General de la República, 27 de ellos siendo
secretaria ejecutiva y asistente de todos los magistrados que han ocupado esa
posición hasta la fecha.
Entre
abrazos, aplausos, testimonios y anécdotas, la Procuraduría General de la República
desarrolló un emotivo acto para despedir con honor a doña Lucero, como se le
llama en la institución, quien ahora se retira para un merecido descanso tras
dedicar más de la mitad de su vida al servicio de la institución.
El
acto estuvo encabezado por el procurador general de la República, Francisco
Domínguez Brito, acompañado en la mesa de honor por doña Lucero y los ex
titulares Mariano Germán Mejía, quien ahora es actual presidente de la Suprema
Corte de Justicia; Radhamés Jiménez Peña, Virgilio Bello Rosa, Semíramis Olivo
de Pichardo, Ramón Pina Acevedo, Luis Nelson Pantaleón y Manuel Morel Cerda.
“Hoy
no nos despedimos, seguimos juntos con otra dinámica, nos queda el afecto y se
lleva nuestro cariño. Gracias por querernos, doña Lucero”, fueron las palabras
del magistrado Domínguez Brito, quien reconoció que se marcha porque así debe
ser, pero no porque él y la Procuraduría así lo desean.
Por
primera vez, el auditorio de la Procuraduría reunió a tantas personalidades con
un gran gesto de solidaridad y aprecio. “El Poder Ejecutivo debe sellar con
absoluta justicia el servicio de doña Lucero, concediéndole el honor nacional
más grande, con el premio de la orden de Duarte, Sánchez y Mella”, dijo Ramón
Pina Acevedo al tomar la palabra en la ceremonia.
Una
placa de reconocimiento fue entregada por el magistrado Domínguez Brito en
nombre de los demás ex procuradores, quienes le acompañaron para hacer el
tributo que rezaba “Rendimos honor a quien honor merece…”
También
participaron en la actividad, procuradores generales adjuntos y de cortes,
fiscales, funcionarios y demás empleados de la institución, motivados por el
aprecio que siempre han recibido de doña Lucero, quien dijo que se marcha muy
agradecida de la institución y de toda la familia del Ministerio Público.
Sendos
ramos de flores fueron entregados, uno por la Procuraduría y otro por sus
familiares, presentes en la actividad, encabezados por su esposo Julio César
Félix y la hija de ambos, Scarlett, además de nietos y amigos. "Lealtad a
la institución, honestidad, discreción, ejemplo de conducta, relaciones humanas
y diamante de ejercicio, fueron algunas de las frases testimoniales de muchos
ex procuradores generales de la República a quienes doña Lucero sirvió y que
fueron presentados en un video con expresiones de nueve ex magistrados".
La
procuradora general adjunta y encargada del Departamento de Asistencia Jurídica
Internacional y Extradición, Gisela Cueto, presentó la semblanza de doña
Lucero, destacando que deja huellas imperecederas en la institución.
Además
dijo que previo a su llega a la institución, el cinco de mayo de 1970, laboró
en empresas privadas, como Listín Diario y la Compañía Dominicana de Teléfonos
(CODETEL). En el 1986 pasa a ocupar la posición de secretaria ejecutiva del
Procurador General de la República, cargo que ocupó hasta la fecha, con la
posición de asistente desde el 1992.
En
el aspecto familiar, dijo que doña Lucero, oriunda de San Cristóbal, tiene 48
años de unión matrimonial, tiempo en que procreó cuatro hijos (Julio, Scarlett,
Josué e Iván), quienes le han dado nueve nietos y un biznieto.
Las
palabras de agradecimiento en nombre de los pasados jefes del Ministerio
Público hacia doña Lucero, estuvieron a cargo de la ex procuradora general
Semíramis Olivo de Pichardo, quien destacó que “guardamos de ella los mejores
recuerdos, tenía mucha conciencia de sus funciones. No siempre las
instituciones cuentan con muchas doña Lucero, que es un orgullo para todas las
mujeres y referente moral para todos los servidores público”, puntualizó.