La Policía Nacional en su historia resiente - sin restarle meritos a las diferentes estructuras policial que se conformaron primeramente desde la declaración de independencia - ha registrado durante todas su historia pos moderna importantes acontecimientos, eventos, ocurrencias que a veces nos hace pensar ¿Cómo ha logrado permanecer como institución?
Esos acontecimientos que registra la historia dominicana, que los historiadores dominicanos nos la hicieron llegar a través de libros de textos a los salones de enseñanzas, nos dice que desde que aparece por vez primera el concepto “Policía” en Roma se hace necesario su permanencia como instrumento defensivo de la casta para contrarrestar los desbarajustes, desorganizaciones, irregularidades, trastornos etc., de la humanidad. A raíz de ello es que, se reafirma que ninguna sociedad puede lograr desarrollo alguno sin un cuerpo de Policía, y por ello es que ha permanecido y permanecerá en los pueblos independientemente de sus vaivenes de descrédito la cual ha sido sometida por décadas. Cómo nos imaginaríamos una sociedad sin su cuerpo de Policía. “¡Horrible! ¡Aterrador!, ¡Terrible!..Pensarlo se nos pone los pelos de punta.
En lo que respecta a la Policía Nacional dominicana al igual que otras policías del mundo ha tenido que recorrer un largo trayecto adornado de espina para ir adecuándose a las exigencias demandadas por la sociedad. Han sido etapas muy complejas, desde la creación de la institución, toda ella formada y estructurada ha “imagen y semejanza del generalísimo Rafael Leonidas Trujillo Molina” y que luego de su ajusticiamiento, sus tropiezos y alejamiento de la población se mantuvo hasta finales de la década de lo setenta.
En los inicios de la década de lo ochenta surgen debates entre las principales fuerzas vivas del país sobre el fortalecimiento y transformación de la Policía Nacional dominicana, con el propósito de sacar de su estructura de dirección la doctrina de la era de la Tiranía y dar el gran salto a sistemas democráticos.
A partir de esa década, la Policía Nacional dominicana comienza a dar señales de cambios sustanciales, contándose entre los más importantes la “paulatina aplicación” del modelo de Policía Comunitaria – recordamos las patrullas a Pie en las avenidas y arterias comerciales de la ciudad - creado por el Sir Robert Peel en Inglaterra en el año 1829, el cual fue diseñado como “un organismo civil, de carácter local, al servicio del ciudadano y en estrecho contacto con él y con una función preponderante preventiva”. Hay que admitirlo, la Policía Nacional dominicana con esta introducción a sus escuelas de la doctrina comunitaria inicio un importante repunte presentando credenciales a una sociedad que “desconfiaba y le temía” de una ruptura radical de su estructura del modelo militarista arrastrado desde la dictadura y, dando apertura a una Policía rediseñada a la sociedad civil, con una “perspectiva descentralizada con el único propósito de evitar el aislamiento social de la Policía, facilitando un mejor conocimiento de las necesidades reales de la comunidad con vistas a estar en condiciones de ofrecer respuestas adecuadas a sus problemas y obtener la colaboración y el respeto de la colectividad en la solución de los problemas”. Continuará….
Esos acontecimientos que registra la historia dominicana, que los historiadores dominicanos nos la hicieron llegar a través de libros de textos a los salones de enseñanzas, nos dice que desde que aparece por vez primera el concepto “Policía” en Roma se hace necesario su permanencia como instrumento defensivo de la casta para contrarrestar los desbarajustes, desorganizaciones, irregularidades, trastornos etc., de la humanidad. A raíz de ello es que, se reafirma que ninguna sociedad puede lograr desarrollo alguno sin un cuerpo de Policía, y por ello es que ha permanecido y permanecerá en los pueblos independientemente de sus vaivenes de descrédito la cual ha sido sometida por décadas. Cómo nos imaginaríamos una sociedad sin su cuerpo de Policía. “¡Horrible! ¡Aterrador!, ¡Terrible!..Pensarlo se nos pone los pelos de punta.
En lo que respecta a la Policía Nacional dominicana al igual que otras policías del mundo ha tenido que recorrer un largo trayecto adornado de espina para ir adecuándose a las exigencias demandadas por la sociedad. Han sido etapas muy complejas, desde la creación de la institución, toda ella formada y estructurada ha “imagen y semejanza del generalísimo Rafael Leonidas Trujillo Molina” y que luego de su ajusticiamiento, sus tropiezos y alejamiento de la población se mantuvo hasta finales de la década de lo setenta.
En los inicios de la década de lo ochenta surgen debates entre las principales fuerzas vivas del país sobre el fortalecimiento y transformación de la Policía Nacional dominicana, con el propósito de sacar de su estructura de dirección la doctrina de la era de la Tiranía y dar el gran salto a sistemas democráticos.
A partir de esa década, la Policía Nacional dominicana comienza a dar señales de cambios sustanciales, contándose entre los más importantes la “paulatina aplicación” del modelo de Policía Comunitaria – recordamos las patrullas a Pie en las avenidas y arterias comerciales de la ciudad - creado por el Sir Robert Peel en Inglaterra en el año 1829, el cual fue diseñado como “un organismo civil, de carácter local, al servicio del ciudadano y en estrecho contacto con él y con una función preponderante preventiva”. Hay que admitirlo, la Policía Nacional dominicana con esta introducción a sus escuelas de la doctrina comunitaria inicio un importante repunte presentando credenciales a una sociedad que “desconfiaba y le temía” de una ruptura radical de su estructura del modelo militarista arrastrado desde la dictadura y, dando apertura a una Policía rediseñada a la sociedad civil, con una “perspectiva descentralizada con el único propósito de evitar el aislamiento social de la Policía, facilitando un mejor conocimiento de las necesidades reales de la comunidad con vistas a estar en condiciones de ofrecer respuestas adecuadas a sus problemas y obtener la colaboración y el respeto de la colectividad en la solución de los problemas”. Continuará….
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