Como un cumplimiento bíblico, del libro de Efesios
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a
tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te
vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”, es lo manifestado por los
hijos de los humildes esposos Mercado Herrera, familia ésta oriunda de Los
Hidalgos, Mamey, Luperon Puerto Plata,
con la realización años tras años, de lo que se había establecido en el seno
familiar por más de 60 años, honrando a la madre, mentora de ese evento.
Esta es una familia, Mercado Herrera, formada por una
creencia cristiana, en la que Don Victoriano Mercado junto a su mujer
Gumersinda Herrera educaron a sus hijos, nueve en total, cinco hembras y cuatro
varones, aferrados en su tradición familiar, nos expresó una persona de
avanzada edad allegada a la familia.
Doña Gumersinda –
relata otra amiga de la familia – instaló esta
costumbre en su familia desde hace 60 años, y sus hijos, respetando la
memoria de su madre, quien era la bujia inspiradora para esta actividad, porque ella murió, continúan realizando este encuentro,
donde todo es alegría como ella lo impregnó, que es más bien, de gratitud hacia
la “Virgen de la Altagracia” por haberle concedido a ella y a su marido, Don
Victoriano, unos hijos ejemplares apegados a su costumbre y, siempre unidos.
Uno de los hijos – continua diciendo la amiga de la
familia – es el que ha tomado la antorcha de relevo. José, es el líder entre
los hermanos. No abusa de ese liderazgo, porque todo lo consulta entre los
demás hermanos. Él y sus hermanos, honran la memoria de la mamá y sed que
Gumersinda se siente orgullosa de que sus hijos hayan mantenido la tradición
familiar. Es la mejor química que ella y su marido encontraron para mantener a
sus hijos unidos después de la desaparición física de ellos.
La hacienda Mercado Herrera, fue el lugar que el pasado
día 21 de enero acogió más de 200 personas, amigas de la familia. Los que
hicieron acto de presencia son los fieles a la amistad de esa humilde familia.
No había funcionarios público ni mucho menos empresarios, que se ausentara en esta actividad, como nos comentaba un
señor que se presentó como amigo de infancia de la familia. “Antes hasta
helicópteros llegaban para estar aquí, pero como ha José le despojaron de los
ramos de general, han mermados la presencia de esos señores en este lugar,
hacienda Mercado Herrera. Pero los que estamos aquí, no somos amigos de ramos
ni de uniformes sino de una familia que formaron Victoriano Mercado y Gumersinda
Herrera en Los Hidalgos del Mamey.
A las 5 de la tarde, el anfitrion daba gracias a los presentes por la presencia en el lugar y, cada uno nos despedíamos de la hacienda
Mercado Herrera, porque después de la peregrinación por todo el lugar, indicaba
que todo había concluido, menos la abundancia en demasía de lechones asados, chinas y mandarinas que aun
quedaban para todos los comensales que deseaban cargar para sus casas, como es
costumbre del dominicano.
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