SANTIAGO: Perturba, trastorna, este tipo de delito entre
la ciudadanía, los cuales sus ejecutores llegan inclusive a asesinar a su
víctima. Una muestra de ello fue la muerte de la señora Ana Estela Dilone. Esta
ciudad, no es la única donde las autoridades que combaten el delito, no vislumbran
hasta cuándo tendrán que dejar de ver, días tras días, por los mismos delitos,
los rostros de estos personajes, que para muchos de ellos, resurtan pintorescas
figuras, ahora identificados como los “piperos”.
Las víctimas de estos sujetos se enojan en demasía, ya que
luego de visitar a las autoridades para ponerle en conocimiento del hurto que
se cometió en perjuicio de ellos, cuando retornan a sus sectores observan que
el personaje que cargó con sus pertenencias, llegó primero que ellos al sector. Son tan atrevidos, osados, los rateros, los
piperos, que llegan inclusive a decirles a sus víctimas: “te lo dije, que mi
permanencia en ese lugar – se refiere en la cárcel – es de entrada a la salida”.
En lo que va del presente mes, las autoridades han visto
pasar por sus presencias más de 50 denuncias con los mismos personajes. Pero la
gran pregunta que usted se formaría es ¿Qué hacer con estos reincidentes.
Tendría el sistema la suficiente capacidad para albergar entre las rejas a
estas personas? Lo cierto es que la cárcel penitenciaria de la región estaría superpoblada
por el alto número de casos de ratería que se registran en las comunidades.
A nadie le gusta la violación de su privacidad, de sus
cosas y, que sumado a ello, que carguen con los mismos y se burlen de ellos. Es
lo que le pasó a una joven de 29
años, Kilsy Núñez del barrio Pekín de esta ciudad, al enterarse que un
salteador había penetrado al interior de
su casa ubicada en la calle Nicolás Casimiro y le llevó dos aretes, que para la
victima tiene un valor incalculable. Las autoridades apresaron por el robo de
las argollas a Víctor Manuel Rodríguez Estrella de 33 años.
Otro caso, fue el apresamiento de un haitiano Franklin
Pierre, de 22 años, en la pensión “Chelo” ubicada en la calle principal del
barrio de Pekín, por haber cargado del negocio “Frutera La Villa”, propiedad de
Alfonso Frías Rodríguez, del sector La Villa Olímpica, un queso de 5 libras. Asimismo,
Normando Valentín Reyes, apodado La Tata de 22 años, fue arrestado quien junto
al prófugo Wititio, penetraron a la residencia del señor Crescencio Martin
Caonabo Capellán, en la Hoya del Caimito, cargando con dos guillos y dos
cadenas de color amarillo, un aparato celular y otros objetos de valor. Las
autoridades recuperaron parte de lo robado. También fue apresado Carlos Manuel Peralta Corona,
de 21 años de edad, acusado de robo en una escuela de Santiago, donde había
penetrado en varias ocasiones. Peralta Corona, residente en el barrio El Ejido,
era buscado por incursionar en la escuela J. Armando Bermúdez, donde sustrajo
un abanico, un inodoro, la Bandera Dominicana, 200 pies de drizas y varias
tapas de inodoros. Los objetos robados los había vendido al nombrado Manuel Castro
Luciano, de 61 años, quien lo entregó voluntario a la Policía.
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